Cristian Pov's
Desperté, pero esta vez en otra habitación, me dolian los músculos, y tenía mucho dolor de cabeza, mi estomago rugia, tenía mucha hambre, el suero que antes colgaba de mi brazo ya no estaba, pero si seguían los aparatos conectados a mi cuerpo.
Una voz desconocida me sacó de mis pensamientos...
- Te vez desorientado amigo.- comentó un chico rubio de algunos 20 años, delgado, se veía de una estatura de algunos 1.70 y algo, no me había percatado que estaba acompañado.
-Un poco, si.- contesté, me causó curiosidad que tenía aún mas aparatos que yo, y tenía unos sueros en la mesa que supongo que se los pondrán después que se le agote el que tiene puesto.
-Mucho gusto, Neiver.- comentó, no entiendo como quería hablar, con todo lo que tenia encima.
-Mucho gusto, Cristián.-Contesté, era un chico agradable, después de presentarnos hablamos un poco del porque estaba aquí, tenía una enfermedad desde hace muchos años, era como un cáncer que atacaba las zonas blandas del cuerpo, venía aquí cuando le hacían el proceso de las quimioterapias, le conté el porqué me encontraba aquí, todo parecía una locura cuando lo contaba.
Mis padres al parecer no se preocupaban por como estaba, o todo era para evitar una conversación conmigo...
Angélica Pov's
Un día más despertando con dolor en todo mi cuerpo, un brazo inmovilizado, y un collarín cervical, era un total fastidio, no podía comer bien, mis papás estaban de compras mientras yo me quedaba cuidando de lulú, una perrita que mis padres me obsequiaron después de salir de la clínica, no recordaba muchas cosas después del accidente que sufrimos en el auto de mis papás.
Marcela, una amiga de la familia venia a verme muy amenudo, siempre me traía golosinas, o nos sentábamos simplemente a ver tv toda la tarde, otros días solo la veían mientras se daba un chapuzon en la piscina, era muy buena compañía, ella era de Madrid, España, actualmente nos encontrábamos viviendo en esta ciudad, mi papá habia cerrado un negocio y nos habíamos quedado desde hace un año, no se porque carajos no recuerdo nada.
Cayó la noche, mis papás se habían quedado en la casa de gerardo, un socio de mi papá porque había una tormenta horrible, y el trafico estaba pesado, estaban del otro lado de la ciudad.
-Son las 9 de la noche.- susurre, me puse mis pantuflas y baje a buscar algo de comer, marcela se había marchado antes que empezará la tormenta, tome un poco de cereal y yogurt, y subí nuevamente a mi habitación, no tenia nada más que hacer que ver tv, el doctor me había quitado el uso del dispositivo móvil, y el de la computadora.
Después de un rato me aburri y apague el tv, abrí la ventana de mi habitación, me recosté en el sofá que estaba al lado de la ventana y contemple como las gotas de agua caían y los rayos iluminaban el hermoso cielo de la ciudad de Madrid.Lulú me despertó, estaba ladrando sin control, al parecer mis papás habían llegado, mire mi reloj, las 7 de la mañana, había dormido plácidamente en el sofá, el sonido de la lluvia es uno de los placeres que pocos disfrutamos al dormir.
Me acosté en la cama y seguí durmiendo hasta eso de las 10 de la mañana.Marcela ya había llegado, traía un pantalón y unas botas negras, que combinaban con su abrigo negro, su cabello rubio corto se le veían hermoso, ella era rubia, con ojos color avellana, su estatura es promedio, y tiene una sonrisa hermosa.
-Noche de chicas.- chilló apenas entro al cuarto.-Angelica, que atuendo es ese.-dijo cruzándose de brazos cuando me vio con un vestido azul corto, sin gracia.
-No creo que nada me quede bien con este aparato en el cuello y este brazo de robot.-dije cruzando los brazos como tasa .
-Dame más, querida.-Dijo sonriendo.- hoy me voy a quedar a dormir aquí, mis papás están muy preocupados porque escuchan ruidos en la casa, pero es Miguel, quien entra a mi habitación a mitad de la noche, así que hoy nos veremo aquí, ya le pase tu dirección.
-QUEEEEEEEEE.- puse los ojos como plato,- si tus papás se enteran te mataron, y si los míos te ven, me matan a mi.-le susurre preocupada.
- Nada pasara, relájate chica.-dijo y se tiro a mi cama.
El día transcurrió rápido, mis papás se habían ido para donde gerardo, parece que sus noches eran muy ocupadas últimamente, marcela parecía más "mi niñera" que mi amiga.
Nosotras nos encontrábamos viendo un programa de concursos en la tv cuando una piedra choco con mi ventana.
-Llegooooo!!.-Grito marcela abriendo la ventana rápidamente.
Nos asomamos ambas por la ventana, mi habitación estaba en el segundo puso junto a él jardín, él traia una camiseta roja, un pantalon negro y unos zapatos blancos, tenia rasgos asiaticos, sus ojos son achinados y sus labios son delgados, mide 1.80 y algo, y es delgado, ambas nos miramos a la cara y soltamos una risita.
-Hola chicas.-Saludo él desde abajo.-haxe mucho frio saben, me pregunto como podre subir alla arriba.- grito, lo mismo me estaba preguntando yo, no recuerdo que tuvieramos una escalera aqui, y no podiamos dejarlo entrar por la puerta de adelante porque podrian verlo, y eso era lo que no queriamos.
-Tranquilo cariño, ya miraremos como hacer para que subas.-grito marcela.
-Como carajos piensas hacer eso.-dije mirandola.
-podemos conseguir una cuerda y asi lograr que suba a la habitacion.-era buena idea pero, ¿de donde carajos ibamos a sacar una cuerda?
-Pense que ya sabias como hacerlo subir.- definitivamente esta era una de las ideas mas tontas que habia tenido marcela.
- En mi casa, mi habitacion esta en el primer piso, asi que no hay problema alguno.-comentó mordiéndose las uñas.
Después de unas largas charlas, y de buscar en las cosas de mi papá alguna cuerda encontramos una, la amarramos a un lado de la ventana y Miguel procedió a subir por ella, cuando iba por la mitad de ella sus manos resbalaron, y su pobre trasero beso el suelo.
-Mierdaaaa!!.-Grito Marcela.-¿Estas bien?.-Le pregunto sin recibir respuesta.
-¿Se habrá fracturado el pobre?.- Dije mirándolo por la ventana.
-Estoy bien.-Dijo chillando de dolor.-solo...me golpeé un poco.-comentó levantándose con dificultad.
Después de varios intentos logró subir, hablamos el resto de la noche, y comenzó un sereno leve, a eso de la 1 de la madrugada, yo los dejé en mi cama y me acosté en el sofá que estaba al lado de la ventana viendo el cielo, me arrope, y suspire, sentía que me faltaba algo, como si el cielo me lo recordará, pasaron aproximadamente 2 horas y no lograba conciliar el sueño perdida en mis pensamientos, hasta que los gemidos gatunos de marcela me sacaron de ellos y me obligaron a dormir rotundamente...
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Hola chicos!!
Les comento que estaré actualizando desde otra Plataforma, espero y sigan atentos por allí también,as adelante les estaré contando donde podrán encontrar el resto de la historia terminada
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Entre tus sabanas.
RomansaAngélica es nueva en la universidad al igual que Cristián, un joven que con su atractivo llama la atención de esta, lo cual al poco tiempo forman una relación que todos quisieran tener. llena de pasión, deseo y mucho placer, pero esto no es todo. l...