Capítulo 53

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Narra Juli

Escuchaba mi nombre a lo lejos y de manera súper suave. Empecé a intentar abrir los ojos pero los párpados me pesaban horrores y me sentía extremadamente cansado. A medida qué el tiempo pasaba la voz esa se iba haciendo más fuerte y potente hasta el punto qué sentí que me reventaría el tímpano. Abrí los ojos asustado y miré a la persona dueña de esos gritos.

Lautaro, mi nuevo amigo y dueño del lugar donde vivo, me miraba con una mezcla de susto y diversión en el rostro mientras me sostenía por los hombros. Cuando me situé bien en tiempo y espacio me di cuenta que estábamos en mi departamento, más precisamente en mi living. 

Juli: ¿Qué pasó boludo? Casi me rompes el oído con tus gritos de mierda - me senté en el sillón en el que estaba durmiendo hacía unos minutos.

Lau: ¿Yo soy el de los gritos? Me parece que te confundiste porque el loco que me despertó con sus gritos fuiste vos.

Juli: ¿Eh? ¿De qué hablas? - no entendía nada y encima se me partía la cabeza.

Lau: Me desperté porque vos estabas gritando, y cuando te vi te movías como un desquiciado. Creo que tenías una pesadilla.

Juli: ¿Y que decía? ¿Me escuchaste?

Lau: Creo que mencionaste a Oriana y algo de que no querías que este con nadie, igual no se entendía muy bien, balbuceabas mucho. Aunque si posta dijiste eso, re tóxico hermano - me comentó mientras se reía. Él ya sabía de toda mi situación.

Juli: Creo que algo me acuerdo. Soñé que Sabrina me decía que perdió el bebé y Oriana ya estaba con otro chabon, o algo así. No me acuerdo muy bien. 

Lau: Debe ser por el alcohol que tomaste ayer, hasta el agua de los floreros chupaste.

Juli: ¿Alcohol? ¿Eh? ¿Ayer salimos? ¿Qué día es hoy?

Lau: Uh alta perdida de memoria tenés idiota. Ayer me llamaste para que saliéramos, me dijiste que querías ir a un bar a tomar y comer y de paso presentarme a tus amigos, algo tranqui.

Juli: Que gentil de mi parte, presentarte e incorporarte a mi grupo de amigos; ni yo me lo creo.

Lau: Si, bueno - se rascó la nuca - No salió como lo habíamos planeado.

Juli: ¿A qué te referís?

Lau: Al principio iba todo bien, después te quisieron preguntar por Sabrina y el bebé pero pensaron que yo no sabía y cuando supieron que estaba al tanto de todo, un toque como que se enojaron.

Juli: ¿Se enojaron? ¿Por qué? - me parecía estúpido que mis amigos se enojaran, Lautaro era de esos tipos que inspiran confianza y el hecho de que yo le contara mis problemas era algo normal.

Lau: Celos. Dijeron que recién me conocías y no podías andar diciéndome todo lo que pasaba en tu vida. Después uno, creo que era Agustín, dijo que yo podía hasta llegar a ser un espía de Sabrina y que después le iba a contar todo lo que hablamos.

Juli: ¿Qué? ¿Posta dijo eso?- me empecé a reír. Agustín podía estar un poco loco y decir incoherencias pero llegar al punto de decir que era un espía, me parecía mucho.

Lau: Posta. Ahí fue cuando te calentaste, los mandaste a la mierda y nos fuimos a un boliche. Empezaste a ahogar tus penas en el alcohol, como vos decidiste decir, y no hubo nadie que te pudiera parar.

Juli: Me di cuenta, se me parte la cabeza. Vos como amigo responsable pudiste cuidarme - fui a la cocina por un vaso de agua y una pastilla para el dolor.

Lau: Yo estaba igual pajero. Osea, no tome tanto como vos pero estaba borracho, no se como llegamos salvos sin chocar con ningún auto en el camino.

Nuestro amor es solo nuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora