– ¡Hyung deja de empujarme! – Reprochaba Doyoung a Yoonbin, quien hacía esto más por molestarle que por llegar a la tienda de ropa primero.
Los cinco chicos corrieron hacia arriba y se quedaron maravillados al ver todas las prendas de vestir que ofrecía y proporcionaba el local a su distinguida clientela.
– No dejó de pensar en que este sería el paraíso para Hyunsuk. – Sentenció Byounggon quien empezaba a extrañar las sutiles caricias de Seunghun.
La semana pasada caminaban por debajo de la incesante lluvia compartiendo únicamente un paraguas, tenían que ir muy juntos para que ninguno de los dos se mojara, estando tan cerca podían percibir la gélida respiración del contrario; el único sonido que llenaba el ambiente era 'Perfect' de Ed Sheeran, Byounggon sabía que Seunghun amaba esa canción pero notó una sombría expresión por parte del contrario.
Todo sucedió muy rápido, Byounggon bajó el paraguas y Seunghun se quedó mirándolo de forma extraña pero no dijo nada hasta que el mayor sostuvo con ambas manos su rostro dirigiendo su mirada a sus ojos color marrón que, aunque Seunghun decía que eran muy comunes a Byounggon le parecían especiales porque transmitían carisma; amor y reflejaban su puro corazón. Estampó sus gruesos labios contra los de Seunghun quien sentía éste beso como un gesto romántico, aquel gesto que tanto esperó estaba dándose ahora y una cristalina lágrima corrió por su mejilla, amaba a Byounggon, tanto que en ocasiones dolía pensar que lo suyo fuera únicamente algo pasional.
Cuando se separaron estaban completamente empapados de lluvia pero le restaron importancia porque ahora mismo sentían una cálida sensación llenar sus corazones hasta el punto en que se sentían muy felices; aún cuando la gente que pasaba por ahí los mirará como locos por estar empapándose en dicha lluvia.
– ¿Quieres ser mi novio? – Preguntó el mayor con un tono sincero y suave de voz. – Sé que muchas veces soy un cretino, antipático, frío, y...
No le fue posible terminar porque los labios de Seunghun saboreaban los suyos con lentitud haciéndole sentir con ese beso que no era nada de lo que había mencionado antes y transmitiéndole todo el amor que tenía para él, en ese momento el mundo se detuvo hasta que la falta de oxígeno se hizo presente y tuvieron que separarse pero no por elección sino por necesidad.
El castaño asentía reiteradas veces, claro que sí le diría mil y un veces que sí a aquel pelinegro frente a él, sintiendo que ahora mismo se encontraba en el cielo.
– Si la caja del tesoro no resulta para nosotros dejemos todo y viajemos juntos, ¿Sí? – Pidió el menor frotando sus manos mientras su ahora novio asintió rodeándolo con sus brazos, aquel contacto era tan agradable y hacía sentir protegido al menor, quién quería que ese momento durará por toda la eternidad.
Yoonbin sonreía viendo una casaca del color verde que tanto amaba Yeon Gue; cuanto le gustaría que esté allí con él. Entonces a su mente le vino el recuerdo de cuando el menor perdió la virginidad con él.
– ¿No dolerá hyung? – Preguntaba con temor el menor sintiéndose nervioso, más que nada porque Yoonbin no era virgen y él no quería ser recordado como su peor experiencia sexual por su novio.
Yoonbin dejó besos húmedos en el cuello de su pequeño novio el cual no podía evitar reír por los constantes cosquilleos que sentía. El menor se abrazó a su cuello respirando con tranquilidad mientras Yoonbin lamía el lóbulo de su oreja, le encantaba verlo con las mejillas rojas y los labios ligeramente entreabiertos jadeando con lentitud.
– Te amo. – Musitó con sinceridad mientras después de haber explorado su entrada con sus largos dedos le penetrará con su largo miembro.
– Ah, hyung. – Sollozó el menor quien se sentía adolorido, ya se veía venir que aquel enorme bulto le iría a doler pero nunca pensó que tanto. – T-te amo tanto.
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↺ FEELINGS ¡! Mashikyu ♡
Lãng mạn-Es que nadie más puede provocar las sensaciones que me haces sentir, Mashiho. ¿Qué es aquello que podría separar a dos grandes amigos? El amor o la distancia. "El hilo rojo se estirará pero no se romperá." -Eres el final de mi hilo rojo, Jun Kyu. ...