RETO ACEPTADO [ꜰʀᴇᴅ ᴡᴇᴀꜱʟᴇʏ]

LO CORRECTO

   

 
  
Capítulo 23: 
Lo correcto
    
  
 

- Voy a encargarme de Junior, tú encárgate de tu hermana - Inmediatamente oí los pasos de nuestro padre alejándose seguido por el fuerte golpe de la puerta cerrándose.

- ¿Qué está pasando, Filius? 

- De seguro puedes adivinarlo sola - Dijo tranquilamente mientras se ponía de pie y se alejaba.

- Nuestro padre es un mortifago - Afirmé esperando un respuesta que jamás llegó, él estaba viendo por la ventana con una mirada perdida - Y el que no-debe-ser-nombrado ha vuelto.

- Tal y como dije... - Luego de unos minutos se dignó a verme, había mucho dolor en sus ojos mientras sonreía - Tú sólita lo averiguas todo.

- ¿Es por eso que borraste mi memoria?

- Yo quería que tú y Marcus tuvieran una infancia normal, que no tuvieran que soportar todas las estupideces del fanático de nuestro padre, pero él seguirá usándote para salvar su pellejo. Ya no eres una niña, no puedo seguir protegiéndote de esta forma - Suspiró y luego me apuntó con su varita. Instintivamente saqué la mía, aunque no me sentía en peligro - Diana, debes noquearme ahora...

- ¿Qué?

- Luego, corre a decirle a Dumbledore que Harry está en el despacho de Moody ¿Entendido?

- Filius ¿Qué estás...?

- ¿Entendido? - Repitió amenazante, con ese tono de voz mandona característica de un hermano mayor. Él hablaba en serio.

Asentí mientras reafirmaba el agarre en mi varita, lista para obedecer y confiando en que esto era lo correcto.

- Desmaius - Filius cayó hacia atrás y quedó inconsciente en el suelo.

Me incliné para comprobar que estuviera intacto, no parecía que tendría más que un chichón en la cabeza, con su varita en la mano parecía como si yo lo hubiera atacado mientras me desmemorizaba, o ese supongo que era su plan. Le dí un beso rápido en la frente, agradecida por ser su hermana, y salí corriendo hacia el estadio donde estaba todo el mundo. En el lugar había un gran alboroto y mucha gente lo estaba desalojando con apuro.

- ¡Diana! - Exclamó la señora Weasley abrazándome, para luego mirarme muy molesta - ¡¿Dónde estabas, jovencita?! ¡Casi me matas del susto!

- Lo siento, Molly, te explicaré todo. Pero tengo que hablar con Dubledore ahora - Le dije antes de seguir corriendo.

- ¡Director Dumbledore! - Logré decir entre jadeos.

- Lo siento, señorita Flint, ahora no....