RETO ACEPTADO [ꜰʀᴇᴅ ᴡᴇᴀꜱʟᴇʏ]

EL DESASTRE INMINENTE

Capítulo 21:
EL DESASTRE INMINENTE

Mis pies dolían, pero aún así no dejaba de caminar apresuradamente. Era de noche y no había ningún alma en aquel poblado desconocido, probablemente era muy tarde. Pero, a pesar de no saber dónde estaba, yo sabía perfectamente hacia dónde caminar, como si una fuerza mayor me guiara.

Oía unos pasos siguiendome de cerca, y sentía una punzada casi dolorosa en mi espalda a la altura de mis hombros, probablemente una varita, el dueño de esos pasos hablaba mucho pero yo no le prestaba atención. Quería girarme, pero la sola idea me aterraba aunque desconociera la razón .

Podía sentir que había un objeto en mis manos, era algo muy importante, pero ¿Por qué? Y, de todos modos, ¿Qué hacía yo en un lugar extraño, a esas horas, y con una persona misteriosa guiandome?

Seguimos caminando hasta llegar a las afueras del pueblo, al lo lejos se podía divisar un edificio, era similar a lo que los muggles llaman "iglesia", aunque algo pequeño . La caminata continuó unos minutos más, y a pesar de que cada vez sentía más miedo, no podía oponerme.

<< ¿Qué estoy pensando? Claro que no puedo oponerme si no lo intento>>

Me concentré todo lo que puede, y usé todas mis fuerzas para resistirme a la voluntad ajena. Quería soltar aquel objeto que no podía ver, y lo hice. Pasados unos segundos me sorprendió no oír el impacto con el suelo. Miré hacia abajo y sentí como todo daba vueltas, era como si algo me sujetara desde el interior de mi estómago y me arrastrara hacia otro lugar.

Respiré hondo y cuando abrí los ojos me encontré acostada en la cama de mi habitación en casa de mi abuelo. Mi corazón palpitaba como loco y tenía la boca seca.

Aquello había sido tan real, era como si mi inconsciente me revelara pequeños fragmentos de mis recuerdos borrosos.

Cuando mi respiración se normalizó, decidí ir por algo de beber. Evidentemente, por más que lo intentara no podría volver a dormir.

Eran las cinco de la mañana y el silencio reinaba en el pasillo hacía la sala. En donde Marcus dormía plácidamente en el sofá cama.

Se veia muy inofensivo durmiendo en una posición extraña y babeando la cama. Debe ser lindo porder dormir tan profundamente.

- ¿Otra pesadilla? - Preguntó Marcus minutos después, frotándose los ojos e incorporándose, cuando yo salía de la cocina con un vaso de agua.

- Algo así - Respondí vagamente, si le dijera que más bien eran como recuerdos distorsionados, se escandalizaría.

Había pasado una tiempo desde la última vez que nos vimos, el día en que irrumpió en mi reunión secreta en Hogsmeade.

Cuando llegamos a casa nos encontramos con una escena bastante graciosa. Mi abuelo tomaba el té tranquilamente leyendo El Profeta, mientras mi madre le gritaba frenéticamente y Molly Weasley intentaba calmarla.