RETO ACEPTADO [ꜰʀᴇᴅ ᴡᴇᴀꜱʟᴇʏ]

LA CAJA

CAPITULO 8:
La caja

La mañana del primer día de clases tuve la peor idea que se me pudo ocurrir, ir al gran comedor sola.

« ¡Ya estoy en segundo año! » Pensé « Puedo orientarme por el castillo yo sola» Que equivocada estaba.

En algún momento de mi caminata debí tomar una puerta equivocada o baje una escalera que solo va al gran comedor los miércoles. El punto era que estaba perdida, ya había pasado la hora del almuerzo y si no me orientaba rápido llegaría tarde a la primera clase, y esa era posiones.

- El profesor Snape, seguro hará que los de Slytherin se rían mucho si le digo que me perdí - Me dije a misma en vos alta.

- Definitivamente lo haría, así que mejor no le digas - La repentina vos que escuché, casi me mata de un susto, y por poco caía de las escaleras que estaba subiendo.

- ¡Cuidado! - Dijo agarrando mis hombros para ayudarme a mantener el equilibrio.

- ¡Fred! - Estaba tan feliz de verlo - ¿Qué haces aquí?

- Te estaba buscando.

- ¿Cómo me encontraste? - Las posibilidades de encontrar a alguien en este inmenso castillo deberían ser nulas.

- Tengo mis métodos - Contestó restándole importancia - Katie y Saori me dijeron que tú les dijiste que se adelantarán y que las alcanzarías en el comedor, cuando no apareciste, supuse que te perdiste.

- Bueno, algo así - Dije muy avergonzada.

- ¿Sabes que casi vas a la parte del tercer piso que está prohibida? - Dijo apuntando al final de las escaleras que subía.

- ¿Tercer piso? - Recordé las palabras de Dumbledore - No quiero una muerte muy dolorosa ¡Vámonos de aquí! - Lo tomé del brazo y lo arrastré lo más lejos posible de esa escalera endemoniada.

Fred me llevó al gran comedor donde Katie, Saori, y el otro gemelo conversaban animadamente, al parecer todavía no era muy tarde, debí perder la noción del tiempo.

- ¡Diana! No me digas que te perdiste otra vez ¡Es tu segundo año! - Me reprendió Saori como si yo no lo supiera, mientras Katie, George, y Fred, se reían como idiotas. Comí en silencio sin dirigirles la palabra.

- ¡Se hace tarde! Llévate esto - Dijo Saori poniendo una tostada en mi boca y obligándome a pararme, comencé a seguirla cuando recordé algo.

- Por cierto - Me quite la tostada de la boca - Gracias Fred, realmente me salvaste - Me incliné para hablarle, ya que no quería reconocerlo delante de los demás.

- Literalmente - Acotó girando hacia mí, y por un momento me paralicé, estábamos tan cerca que hasta podía distinguir sus pupilas, nunca me había dado cuenta de que sus ojos eran de un color miel muy lindo.