RETO ACEPTADO [ꜰʀᴇᴅ ᴡᴇᴀꜱʟᴇʏ]

LO MÁS CERCANO A UNA AMISTAD

CAPITULO 5:
Lo más cercano a una amistad

Las primeras semanas de enero llegaron, en un abrir y cerrar de ojos terminaron las vacaciones de navidad. Desde que pasamos por aquellos acontecimientos, los tres habíamos formado una especie de amistad, las bromas seguían allí pero luego nos reíamos juntos de eso, de hecho, empezaron a parecerme graciosas, la mayoría de las personas decían que "desarrollé el sentido del humor", que antes no tenía.

Como aquella vez que los gemelos hechizaron mi libro de hechizos para que se cerrara de golpe cuando acerqué un poco el rostro para leer unas letras pequeñas, casi aplastó mi nariz, por supuesto, la bibliotecaria nos echó. Decidí que golpearlos con el libro era castigo suficiente, y además, no quería arruinar nuestra resiente relación amistosa con bromas sin sentido, seguí el consejo de Magna y no hice nada, solo para que una semana más tarde se las ingeniaran para llenar todos mis libros, cuadernos, pergaminos, y mi mochila, con pequeñas notitas con una sola palabra escrita en ellas, "Cobarde".

Eso desató el demonio dormido en mí, e hice la mejor broma que pudo ocurrirme: Les di a ambos una poción de amor.

Eso mismo, una poción de amor. « La cual hice con ayuda de cierta amiga Ravenclaw » Por supuesto, esta no estaba añejada, lo cual la haría más fuerte sus efectos, y solo puse unas gotitas en su jugo de calabaza, lo cual me dio unas 5 horas de pura diversión. Los gemelos estaban tan obsesionados conmigo que básicamente se convirtieron en mis esclavos, y peleaban entre ellos por mi atención.

- ¿Tienes idea de lo usados que nos sentimos luego de eso? Para que ahora te regodees en tu recuerdos - Dijo Fred abrazándose a sí mismo, como protegiéndose de mí. Nuestras clases habían terminado a la misma hora y nos dirigíamos a pasar el rato en la sala común, atravesamos el retrato de la dama gorda y él corrió para sentarse en el sofá más cercano a la chimenea, ganándoselo a unos chicos.

- ¡Ay! ¡Deja de lloriquear que ya pasó una semana de ello! - Le contesté mientras ponía mis piernas en su regazo para acostarme cómodamente en el sofá.

- ¿Dónde quedó la chica educada, correcta y tímida de hace unos meses?

- Tu pregunta lo responde, quedó ahí, "hace unos meses" en el pasado - Abrí mi libro en la página marcada y agregué - De todas formas no es como si me comportara de esta forma con todo el mundo.

- ¿Y eso por qué?

- Supongo que ustedes lograron sacarme de quicio - Contesté encogiéndome de hombros, sin apartar la vista de mi libro.

- ¡Aww! Que tierna eres, nosotros también te queremos - George llegó con un gran sándwich y se sentó en el sillón cercano.

- ¿De dónde sacaste eso? - No podía apartar la mirada de ese suculento pan relleno de jamón y queso, cerré mi libro sabiendo que no podría concentrarme.