La sádica hermanita demonio: Hanabi

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La semana de exámenes fue E-TER-NA.

El cadáver seco de la rubia y del castaño se dirigen a la pizarra para observar los resultados de su arduo entrenamiento con la peliazul; porque Sasuke fue una decoración en la habitación cada día de estudio. Hinata les daba ánimos de que mientras más rápido lleguen a la publicación, más pronto podrían tomar su merecido descanso. Esas palabras recargaron momentáneamente las baterías de ambos y corrieron a la parte más cercana del lugar empujando a los demás en su camino.

— ¡Felicidades, Hinata! —exclaman unas cuantas chicas por haber obtenido el primer lugar. Ella sonríe apenada y agradece el cumplido. Entonces escucha gritos de júbilo y los ve saltando de la emoción a sus compañeros cerca de la pizarra. Ella y el azabache se acercan a paso tranquilo.

— ¡Gracias, Hinata! —exclaman felices y la abrazan; ella sonroja.

Los cuatro se encaminan al salón para ir por las indicaciones finales del maestro en turno y salir corriendo a empacar sus cosas.

Como Kiba y Naruto caminaban y hablaban de comida, castillos de arena, tablas de surf y diversas actividades playeras, Hinata se queda atrás y se choca con un muchacho de tercero de otro paralelo: — ¡P-perdón!

— No, fue mi error. —ambos se miran— Hinata-san, ¿verdad? —ella asiente— Felicidades por obtener el primer puesto. —ella sonroja al escuchar el elogio y sonríe. Ese muchacho de cabello anaranjado y amplia sonrisa empieza una afable conversación.

— Sí, ¡claro que sí! ¿Tú que piensas, Hinata? —ambos no escuchan respuesta y voltean— ¿Hinata? ¡-! —la notan conversando con aquel chico cerca de las escaleras. Naru se cruza de brazos, la mira alegre y zorrunamente— Ella se ha vuelto muy popular por sus calificaciones... —medita un poco y la cubre un gran nubarrón—... y nosotros...

— ¡¿Quien es ese?! —expresa molesto el castaño— Naruto lo mira fijo desde la distancia: — Si no me equivoco es el líder del club de Kendo.

— ¡¿Por qué le sonríe?!

— ¡Yo qué sé-ttebayo! —le responde un poco fastidiado creyendo que teniendo cuerpo femenino "debería" saber; claro que lo malinterpretó— ¡Quizá le contó un chiste!

— ¡Debería estar con nosotros. ¡SUS AMIGOS! —Kiba empieza a caminar hacia ellos. Naruto da media vuelta y levanta la mano para no darle importancia: — ¡Yo me adelanto! —y como sombra lo sigue el azabache.

El castaño se acerca molesto y la toma de la muñeca— ¡Nos vamos a la playa, ¿o qué?! —ella se excusa con el chico y permite que Kiba la lleve al salón, casi arrastrándola— Estábamos preguntando algo y tú hablando con alguien más.

— Lo... lo lamento, Kiba-kun

— ¡No vuelvas a dejarnos votados por un idiota como ese!

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El sábado a primera hora, ya con el equipaje en una mano y la sonrisa bien puesta en la cara, los hermanos Uzumaki esperaban en la entrada al vehículo que los llevaría a sus tan atesoradas y esperadas vacaciones; Sasuke también.

Ella vestía una camiseta holgada y ligera junto a un pantalón de baño masculino en tono negro y anaranjado, una gorra y la coleta alta. Konohamaru una camiseta azul y unas bermudas verde oscuro y Sasuke una camisa floreada manga corta sobre una camiseta sin mangas, blanca, y unas bermudas azul marino; los tres con zapatillas. Minato lo había ayudado un poco con su vestimenta, ya que Naru no quiso.

Encontré el amor en el fin del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora