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Las vacaciones fueron inesperadamente divertidas, tanto en el planeta de Sasuke como en casa.
Quedó con sus amigos el llevarlos alguna vez, siempre que el idiota de Sasuke no fuera a arruinarle los planes con excusas babosas o estupideces de "sólo para dos".
Es la segunda semana de septiembre y el viento otoñal empezó con fuerza, obligando a cada estudiante el uso de abrigos cálidos y bufandas obligatorias o todos resfriarían en cuestión de días. Para Naru, el usar falda empezaba a fastidiarle. — ¡Cómo pueden soportar una ventilación así en esta época! —reclamaba camino al instituto acompañado de su hermano.
— No lo había pensado, nee-chan, pero las chicas deben sufrir bastante cuando es invierno.
— ¡Va-vaya que s-sí! —tiritaba un poco al hablar.
— ¡Naruto-chan! —clamó su amiga con una gran sonrisa, a su lado estaba Kiba algo sonrojado.
— ¿Kiba?
— ¡Cállate! —Naru y Konohamaru miraron a la chica a espera de una explicación por su actitud tan fiera.
— Bueno... Verás Naruto-chan, Kiba-kun siempre...
— ¡MENTIRA MENTIRA MENTIRA! —bramó avergonzado y salió corriendo antes de que la explicación lo cambiara de color por completo. Los tres permanecieron quietos ante el inesperado actuar del perruno compañero. Hinata continuó.
— Kiba-kun siempre olvidaba usar bufandas en otoño, ¿recuerdas Naruto-chan? —la rubia asiente mientras continuaba el rumbo a clases. —Bueno, supuse que este año sería igual y guardé una bufanda extra en mi bolso y se la pasé. Como de costumbre.
— ¿Y por qué actúa tan raro?
— Bueno... no sé. Creo que le da pena saber que a esta edad aún olvida algo tan imprescindible para el otoño.
— ¡Kiba siempre ha sido un idiota! —Hinata sonrió apenada por su expresión y el único en comprender bien la situación era Konohamaru, que limitó a permanecer en silencio pues explicarle a ese par de cabezas huecas sólo lo atrasaría en clases.
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Naru abrió la puerta para entrar al salón junto a su amiga y un grupo de muchachas realizaba barullo en la esquina cercana a su puesto. Kiba miraba por la ventana, aún con la bufanda en su cuello. Hinata colocó su mochila en el puesto delantero al de Kiba y Naru en el puesto del lado derecho a su compadre castaño.
— Oe, Kiba. ¿Por qué no nos esperaste?
— ¡Qué te importa!
— ¿Acaso no terminaste tu tarea de nuevo, Kiba-kun? —ella tomó asiento y volteo para sonreír con amabilidad— Si gustas puedo enseñarte si algo no...
Un grito masculino al unísono los llevó al tumulto de chicas en el fondo del salón y lo último que alcanzó a ver Naru fue una cabellera rojiza cruzar la puerta. Curvó las cejas sin dejar de mirar al muchacho. Algo en esa silueta le parecía muy familiar.
— ¿Esperas por mí, Naruto? —resonó la voz de Sasuke frente a su rostro con el uniforme estudiantil y la rubia realizó una mueca de asco, dando un golpe con el bolso para que aprendiera a respetar su espacio personal. Las chicas comenzaron a retomar sus puestos y entre tantas voces, alcanzó a distinguir un nombre en particular.
—... nuestro salón tendrá a Sabaku-sama este año!
— ¿Sabaku...? —bajó la mirada con su mano en la barbilla. Ese apellido le parecía muy familiar. — Sabaku... Sabaku...
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Encontré el amor en el fin del mundo
FanfictionEn el primer día de clases, un atractivo muchacho de Tercer Año se encontraba haciendo limpieza en el instituto cuando un terrible accidente tomó su vida al intentar salvar a un completo desconocido. Despertó en una cama mullida, en una habitación d...