No te atrevas a olvidarme

El día que vi la primera sombra

Dios, no dejo de pensar en Brandon, maldición Grace, deja de pensar en él.

-¿En qué piensas enana, se puede saber?

- Tu ya sabes en quien-le contesté a mi amiga, mientras tomábamos un café en Starbucks.

Es que justo en este mismo lugar nos conocimos por primera vez, bueno ya nos conocíamos pero nunca habíamos hablado hasta ese momento.

Fue un jueves por la noche. Justo salía a correr con mis audífonos puestos para liberarme de todo el estrés causado por unos exámenes que había tenido el día anterior, cuando de pronto comencé a sentir como si alguien me observara. Me volteé para ver si solo era producto de mi imaginación pero no, ahí estaba... a unos diez metros de distancia yo podía ver a una especie de sombra negra acercándose cada vez más rápido hacia mi.

Lo malo era que el parque estaba tan poco iluminado que me tropecé con unas rocas que habían en el césped (me había doblado el tobillo) pero eso no me importó y comencé a correr lo más rápido que pude hasta la tienda más cercana, esa tienda era Starbucks. Estaba tan confundida, adolorida y asustada que por los nervios y la adrenalina comencé a llorar.

Él me notó tan agitada que me preguntó que había pasado y me abrazó, fue la sensación más linda del mundo, de ahí Brandon me invitó un café para que me tranquilizara, le expliqué lo que me había sucedido minutos atrás y luego me acompañó a mi casa.

Ese es uno de los mejores momentos que tengo con él, y no quisiera dejarlo, no podría.

Pero hay algo que pasó esa noche que nunca logré entender, esa sombra que vi no era como la sombra de una persona, era algo más, yo lo sé.

Pude sentir la maldad que tenía esa sombra rara, esa cosa me quería hacer daño.