Solo Esta Vez.

Capítulo 16

-Mañana a esta direccion. - dijo Jaile soltándose de mí.
-Jaile dime ... - ella se acercó a mi y dió un pico en mi mejilla.
-Aún tienes algo que ver y no me vas a creer, sin eso. Ve con Dios. - dijo y salió. La iba a seguir cuándo sentí un grito desgarrador. Instintavamente apagué la luz y me pegué a la puerta para escuchar mejor. El griro era de un hombre y se escuchaba furioso.
-¿Donde diablos estabas metida? - gritó.
-Amor, estaba en el baño. - dijo con voz melosa la chica.
-Claro y yo debo creerme ese cuento. No estarías con el maldito de Ashton ¿cierto?.
-No. - dijo ella con tono duro.
-¿Y por qué estabas llorando? . - escupió- entiende que eres mía y tienes que acostumbrarte a esta vida. Quise por las buenas pero no te dió la gana.
-Ahhh por las buenas es presionarme a tener una vida la cual no quiero, a estár alejada de todos como el bicho raro. No entiendo que te sucedió, hace nada eras el chico comprensivo y que mierdas te pasó. - gritó la chica en llanto. Todo fué silencio. - No me digas que lo volviste a hacer. - dijo para ella- tu nunca me habías lastimado, ni tratado como lo hiciste despues de la fiesta- analizó para ella- y en la fiesta habían...- Nooooo- gritó - dime que no lo hiciste, Jason. - dijo y empezó a gritar.
-Todo fué tu culpa. - dijo sin más
-Me lo prometiste. - dijo ella en un hilo de voz.
-Lo hice para que te fijaras en mí, maldita sea. Intenté ser bueno para tí, ser un chico bueno, intenté que a tus ojos fuera bueno pero no funcionó.
-Somos familia ¿no lo ves?
-Ahhh pero cuándo te dije la apuesta de Ashton no dudaste en venir a mi. - dijo sarcástico- y jugar conmigo. Me mentiste.
-Como tu a mi. - escupió con asco.
-Yo lo hice por amor.
-Yo igual.
-A ti.- terminó el.
-Por mí- dijo ella
-Ah claro, por tí. Acéptalo que querías sacar a Ashton de toda esta mierda, pero no será así.
-No voy a permitir que le hagas daño como a mi.
-No, el tiene su punto de quiebre y es su papá. Así que no, no será igual que a ti.
-Púdrete, Jason. - escupió.
-Bien- rió- dejemos esto así. Yo me iré de viaje, será temporal. Cuándo vuelva, quiero lo que te pedí.
-¿Qué? - dijo ella asombrada.
-Si. Tu y tus niñadas ya no me interesan, dame lo que quiero y me iré de sus vidas.
-Tu dices eso porque estás... Así. - dijo ella imagino señalándolo. - pero mañana te arrepentiras.
-Yo no estoy de ninguna manera, o cumples o se joden tu, tus amigos y lo que llamamos familia. - dijo y escuché pasos hacia el otro lado de la carretera. Sentí pasos que se dirigían a dónde yo estaba y mis nervios aumentaron.
-Ash- dijo Jaile en un susurro. -olvídalo, necesitamos esto, ya.
Me levanté y sentí que me mareaba pues los nervios estaban de punta.
-¿A dónde vamos?- dije en voz baja.
-A mi casa.
-¿Ese era Jason? - dije con el corazón latiendo a mil.
-Si.
Mi corazón se llenó de dolor. El había sido mi hermano, mi principal consejero, mi único compañero, el único que me entendía cuándo nadie más lo hacía. El era mi amigo y lo que había escuchado nunca hubiera salido de la boca del Jason que yo conocía.
Guardé silencio y la rabia transcurrió por mis venas. Fuí vil mente engañado.

(...)
Llegamos a una casa bastante amplia de dos pisos, con escaleras de madera, paredes blancas y baldoza. Bueno, esos eran términos superficiales. Lo importante aquí era ¿que hacían las primas Stewart en casa de Jaile?
-Hola. - dijeron.
-¿Esto debe explicar el porqué llegaron juntas al partido? Porque no lo hace. - dijo Aron al lado de nosotros. - acabé de llegar. - dijo y sonrió coqueto a ¿Sophia? No mames. Ella lo miró y tuvo un leve sonrojo.
-Chicos, tenemos un problema. - dijo Jaile - pero para solucionarlo, debemos ser sinceros lo unos con los otros, porque todos estamos en peligro.
-¿Que sucede? - dijo Britanie agachándose a tomar una hoja caída y al pararse todo su redondo trasero se vió a traves de sus shorts en cuero.
Jaile la miró y rodó los ojos y tomó asiento al lado mío.
Mi corazón se aceleró a mil y no pude controlar mis ganas de tirarme encima de ella y abrazarla como hace algunos minutos en ese pequeño cuarto.
-¿Han visto el parque que está diagonal a la iglesia?- todos asentimos consternado. - bueno a ese parque Jason y yo íbamos a jugar de pequeños, prácticamente crecimos en ese parque, pero con el tiempo este lugar se convirtió en punto de encuentro para lo vendedores y compradores de drogas. - Jaile tomó aire y su rostro empezaba a enrojecerse. - más o menos cuándo yo tenía 13 años él dejó de salir conmigo, decía que me quedara en casa que habían chicos muy malos en el parque que me podíam hacer daño, mis papás en todo le creían, siempre le han creido. Así que él salía sin mi, ya no me tenía como intrusa en sus planes. Faltanto un mes para cumplir mis catorce años, decidí volarme e ir tras él. Era muy extraño que mi tío no me quisiera llevar con él, cuándo siempre estaba pegado a mi. - ella alzó su mirada y me miró con dolor- él estaba sentado en un banco, con un cigarro entre sus labios y con su otra mano jugaba con lo que era un bolsita llena de un polvo blanco. - una lágrima resbaló por su mejilla, pero sus voz no era rota, seguía hablando con una fortaleza y seguridad que me estremeció- yo me acerqué a él y perdí mis estributos. Lo tomé de la camisa y lo golpeé con mucha fuerza, pero eso no fué lo que me destrozó, él intentó responderme, su puño quedó a centímetros de mi rostro pero se retuvo y él empezó a llorar, a llorar por cántaros. Lo único que decía era que me amaba y que eso lo estaba matando. - dijo y se quedó callada por unos segundos-yo no le conté nada de eso a sus padres, no lo traicionaria pero las cosas empeoraron cuándo el empezó a enloquecer. Desde muy pequeña todo lo hacía con él y actuaba muy diferente a todas las niñas. Mi mundo era mi tío. Estudiábamos en el mismo colegio, yo no tenía amigos y él siempre me decía "los demas te hacen daño y yo nunca lo haré" y yo le creí. - volvió a resbalar una lágrima por su mejilla. - me decía que tenía que ser diferente y él terminó siendo tan común. El típico cliché de chico drogadicto. Eso nunca se lo perdoné. Después de ese día, quise ayudarlo pero era imposible se negaba a dejar las drogas y si me oponía a lo que él decía era peor. Se volvía como loco e intentaba pegarme. Sus ojos ya no eran los brillantes y hermosos que yo siempre había amado sino que parecía un vampiro viendo sangre, siempre rojos. - dió una sonrisa triste y se sorbió la nariz. - Asi que no salía, no hablaba con nadie, era colegio casa, casa colegio, pues sus celos estaban por lo cielos y no quería hacerlo enojar y que me agrediera, pero nunca he sido una chica sumisa así que me cansé. - suspiró y con tono melancólico- ese día, lo tengo en mi calendario como el día en que más lloré. Él llegó drogado como todos lo días a las cinco de la tarde y esta vez abrí mi boca, y le dije que yo sentía lo mismo, que me había enamorado de él y para que pudiéramos estár juntos él tenía que dejar de drogarse. Fué la única solución y funcionó. El se encerraba en su cuarto a gritar, la necesidad de drogarse lo asfixiaba, pero yo siempre intentaba calmarlo. Lo abrazaba, le daba todo el amor necesario para que no lo hiciera más. Y lo estaba logrando. Ya llevaba 2 años sin hacerlo, pero aquel sábado por la mañana después de la fiesta, recibí una llamada de Jason, él estaba drogado y no no fué lo que te hice escuchar, Aron- dijo Jaile- eso solo fué una parte de la larga conversación que tuvimos. Resulta que Jason aparte de drogarse  logró escalar y convertirse en uno de los vendedores y exportadores de drogas. Tiene contactos con narcotraficantes y todo tipo de personas en el mundo de las drogas. Y Jason necesita cinco personas para exportar 50 kilos de cocaína a México. En pocas palabras me amenazó. Que si no me alejaba de tí- me miró- iba a hablar con sus contactos y que nos haría viajar con esa droga y no por voluntad propia y obvio sin ninguna remuneración. El miedo me volvió nada y lo único que pude hacer fué fingir que tú no me interesabas e intentar alejarlos de ésto, pero ya estamos metidos. Jason va a reunirse con sus contactos para dar los nombres de las personas que llevaran esa droga y estará fuera una semana, es la semana que tenemos para buscar una solución a ésto.