La casa.

11- ¡Maldita hija de su mamá!

Me levanto con pereza de la cama y abro la puerta para  entonces ahí poder ver de quien se trata.

Era el grandullón.

Dios ¿Porque? No ahora.

-¿Todo bien?- me esfuerzo para sonar amable.

Son las once de la noche. Algo tarde para mi.  Mis ojos arden , soy una idiota me la eh pasado toda la noche llorando. Quiero con todo mi corazón volver a casa , ya no soportaba un día más en este horrible lugar.

El grandullón sonríe y me saca de sus espaldas un oso no tan grande con un ramo de rosas. Otra vez.

Ya la habitación parecía un jardín. ¿Cuántas flores piensa enviarme este hombre?

-¿Que es lo que quiere?- hablo para mi y escucho reír al grandullón.

-Le digo algo. - dice y me pasa el oso con las flores.

Asiento levemente con la cabeza. ¿Que quiere ahora?

-Nunca el señor había enviado tantos obsequios. Debe ser importante. - dice finalmente para entonces luego de hacer un ademán con la mano    , retirarse.

Frunso el ceño y suelto un largo suspiro ya cuando cierro la puerta   , y estoy completamente sola.

¿Que quiere hacer este hombre conmigo? ¿Que es lo que tengo yo?  

No me considero una chica linda. No tengo buen cuerpo , soy una chica normal. ¿Porque la insistencia?

Llevo el oso a un lado de la cama y al ver las rosas sonrío.  Esta vez no eran rojas , eran azul , se veían hermosas y es mi color favorito.  Llevo una hasta mi nariz y su aroma deja loca y sin idea.  Las rosas son perfectas.

Desvío mi mirada al oso y algo capta mi atención.  Otra nota.

Rápidamente la agarro en mis manos y la abro.

"Siento mucho lo que a pasado , fui un mal educado. No volverá a suceder. x H

PD : ¿Una cita?"

La sonrisa en mis labios crece y me pongo de pie.   Hoy la casa estaba cerrada por razones las cuales desconozco pero esta era una oportunidad.

¿Una cita? Quizás no es mala idea. Quizás nos hacemos amigos. ¿Quien sabe? ¿No?

Me arreglo lo mejor que puedo y en cuestión de nada ya me encuentro fuera de mi habitación  , y en camino hacia mi destino.

Estaba nerviosa pero estaba segura de lo que estaba por hacer.   Sus notas me han dejado saber que no es un mal hombre.

Voy camino por la entrada y ahí está como siempre el grandullón. 

Me saluda con una sonrisa y yo se la devuelvo.  Me sentía bien.

Detengo mis pies delante de la puerta de su habitación. Tomo una gran bocanada de aire y me armo de valor para abrir la puerta  pero unas voces me hacen detenerme.  Provenían de ahí adentro y era el pero la otra voz se me hacia conocida.

Era Titania.

-¿Ella lo sabe?- habla el.

Frunso el ceño.

-Por supuesto que no señor , ella cree que yo eh firmado por ella. - dice Titania.

-¿Lo a creído? - ríe el. -¿Como? ¿Acaso no sabe que eso no es permitido? ¿Quien no sabe eso? - continúa Harry.

¿De que demonios hablan?

-Tiene dieciocho años , no sabe nada de la vida. Es algo nueva en esto , por favor Perdónela. - habla Titania y quedo estática.

¿Hablan de mi?

-¿Es virgen? - habla Harry nuevamente y creo mis mejillas arder.

¿Que clase de pregunta es esa?

-Es una niñita. Vivía con mis tíos...es una nena de papá y mamá. Creí que sería buena para usted.

¡Maldita hija de su mamá!. No puedo creer que encima de engañarme me haya ofrecido a este hombre.  Se a aprovechado de que recién salgo al mundo. ¿Que clase de familia es esta?

Mis ojos se cargan de lágrimas y no tardan estas en caer por mis mejillas mientras me alejo y vuelvo a mi habitación.

No puedo creerlo. ¿Como pude ser tan tonta? ¿Como no pude haberlo pensado antes?

Nunca existió ese contrato. Todo fue una falsa y yo como una estúpida caí.