La casa.

21 -Su primero y último.

Su rostro empalidece y sonrío. Parecía asustada. Acaricio su rostro y siento como tiembla debajo de mi toque. 

-Es broma ¿Cierto?- susurra con voz temblorosa.

Por supuesto que era broma aunque si ella me lo entrega no dudaré en tomarlo. Quería hacerla mía , solo mía pero esto tomaría tiempo. No voy a negar que no tengo la suficiente paciencia pero debo hacerme entender que las cosas buenas y puras como ella  cuestan bastante.

-Si. - solo opto por responder y admiro su belleza tan natural. Esta chica es realmente hermosa  , no puedo creer que sea familia de Titania.  Son tan diferentes.

Despierto de mi trance al escucharla reír bajito. Su risa es como una alabanza celestial para mis oídos.

¿Que demonios me pasa? Esta chica me tiene mal. Mira nada más la bola de estupideces que me hace andar pensando. Me a convertido en un cursi y ni siquiera se me a entregado , ¡Vamos! Ni siquiera somos algo y mira nada mas la tonteras que pienso.

Mi corazón da un brinco. ¿Desde cuando tengo uno? Una sonrisa aparece en mis labios al sentir su pequeño cuerpo contra el mío y sus brazos envueltos a mi torso así formando un abrazo.

Joder me esta matando. Esto es jodidamente perfecto. Hace mucho no recibía un abrazo y mucho menos así. Se siente tan bien.

Con las manos temblorosas las deslizo a su pequeña espalda después de envolver mis brazos a su pequeña anatomía y con el corazón a mil presiono mis labios contra su mentón.

Era un momento único y por alguna extraña razón jamás quisiera que acabara.

-Eres increíble Harry. - susurra y creo infartar. Su voz es tan dulce. Desvío mi mirada hacia abajo y ahí nuestras miradas se encuentran. 

Sus ojos azules sumamente brillantes hacen que su rostro se vea al igual que el de un Ángel. Que digo , ella es un Ángel , mi Ángel con unos labios deliciosos y gloriosos. Todo de ella es sumamente glorioso.

-Tu eres mi ángel. - susurro y acerco mis labios a los suyos. 

Una electricidad corre mi cuerpo entero al sentir nada más nuestras bocas rozar. Esto es increíble.

Sus mejillas se vuelven levemente rosadas y sonrío. Era tierna. Era mi bebita tierna.

-¿Tu ángel? - habla sorprendida viéndome fijo a los ojos.

Sonrío y asiento levemente con la cabeza.

-Quisiera hacerte el amor...- le hablo al oído y al separarme sus mejillas parecen llamas. Luce sorprendida pero apenada.

Sonrío y sacudo la cabeza. No podía creer yo mismo lo que acabo de decir. Era increíble , yo no hago el amor.  «Amor» , esa palabra asquerosa ni siquiera esta en mi vocabulario. ¿Que mierdas pasa por mi mente?

-¿Me harías el amor?- susurra asombrada y mi sonrisa crece.

¿Le haría el amor? ¿Yo sería capaz de darle amor a alguien? ¿Como? 

Alejo toda estupidez de mi mente y pienso con seriedad.

¿Como sería yo capaz de eso  si un día lo hice y me traicionaron?

Mi corazón dice que si puedo y debo pero mi conciencia me grita que es un maldito error.

¿Debería arriesgarme?

Acaricio su angelical rostro y cuando mis pies vuelven a tocar el suelo  , ahí veo que trae el ceño fruncido. Es una linda imagen aunque parece confundida y quizás también preocupada.

Sonrío.

-No lo se. - respondo y sus ojos me reclaman porque. No es necesario que hable , puedo leer todo en sus expresiones o en sus perfectos ojos azules. -¿Te entregarías a mi?- acuno su rostro en mis manos y ella cambia la mirada. Puedo ver a la perfección que una sonrisa se asoma en sus labios. 

Sonrío y levanto su rostro con suma delicadeza. Nuestras miradas nuevamente se encuentran y no puedo aguantarme más.   Presiono mis labios sobre los suyos y la beso con desesperación. Necesitaba su boca sobre la mía.

-Si. - responde y un escalofrío corre mi cuerpo.

Me alejo lentamente de su boca y ahí la encuentro viéndome con timidez.

No encuentro palabras. No se que pensar o que decir. Ella a contestado. Ella si quiere entregarse a mi y lo a contestado ahora mismo.

Sus pequeñas manos en mis brazos me hacen estremecer pero debido a no esperarlo. Nunca esperé esto.

La acomodo sobre mi a horcajadas y la veo fijamente a los ojos. No luce nerviosa , más bien creo que yo soy el que esta nervioso. Es tan solo una bebita.

Una bebita que me tiene vuelto un ocho.

Voy a besar su cuello pero ella me detiene y besa mis labios con suma dulzura así dejándome sin aire.

¿Que esta pasando conmigo?

La observo embobado y ella sonríe. Toma mi rostro en sus manos y clava su mirada en la mía.

-No quiero que sea aquí...- rompe la conexión de nuestros ojos y observa a nuestro alrededor con la nariz arrugada.

Maldición. Es perfecta.

-Tienes razón. - me adelanto a hablar y ella ladea su cabeza. -Debe ser especial. - ahora acuno su rostro en mis manos para entonces ambos estar iguales con las miradas conectadas.

Bien. Esto tiene que salir bien. Tengo que sacarla de esa maldita casa y tratarla como nunca en su vida. Tengo que darle una noche que jamás olvide.

«Eres un p*to» se burla mi conciencia y gruño para mi interior.

Si. Soy un puto. No puedo creer que ella me de esto tan apreciado para ella.

-¿Y que haremos?- habla con una gran sonrisa en su rostro  , lo cual me hace sonreír a mi.  Se veía emocionada.

Su felicidad dependía de mi ahora. Todo dependía de mi , tengo que hacer todo muy bien.

-Iremos a la casa y en una hora pasaré por ti a tu habitación. - acaricio su mentón y ella frunse el ceño.

-¿No...lo haremos en tu...habitación?- habla curiosa y sonrío aún más. Parecía una niña pequeña.

«Eso es y tu un pedófilo de mierda» habla nuevamente mi conciencia y por un momento matar a ese imbécil inunda mis pensamientos pero recuerdo que es solo mi imaginación.

-Es algo especial , iremos lejos.- beso sus labios y ella sonríe nuevamente.

-Deacuerdo.- me abraza y besa mi mejilla. -Serás el...primero. - deja un beso en mis labios y recuesta su cabecita en mi pecho.

Joder. Seré su primero. Yo. ¡Yo voy a ser su primero!

«Y su último» ahora aparece mi corazón y sonrío en paz.

Seré su primero y último.