La casa.

18 - Primera noche juntos.

Con un movimiento hábil y rápido nos hace cambiar de posición. Ahora el estaba debajo de mi.

Un fuerte choque eléctrico corre todo mi cuerpo al sentir sus manos acariciar mi espalda y luego apretar mi trasero así provocando que mis mejillas ardan.

-Mía. - susurra a solo centímetros de mi rostro y un pequeño gemido se escapa de mi garganta al sentir como me aprieta contra un bulto entre sus piernas. La pequeña tela que llevo puesta no ayuda en nada. No se como pueden llamarla ropa interior. -Harry basta. - ma salgo de su alcance y el me sigue.

-¿Porque te haces la difícil?- me habla al oído y creo morir. Este hombre es increíble. No puedo creer todo esto que me hace sentir.

Salgo de la cama y le doy la espalda. Estaba sumamente confundida y todo es su culpa. Quizás si haga bien en aceptar esa cita , el tiene razón.

-Esta bien. - hablo ya decidida y me volteo. El me ve desde la cama con el ceño fruncido y luego sonríe amplio.

-¿Hablas en serio?- dice y yo asiento levemente con la cabeza. -¿Deseas cenar en mi habitación?- se me acerca pero esta vez mantiene algo de distancia , y se lo agradezco.

¿En su habitación?

Sonrío con algo de timidez y me encojo de hombros. -Deacuerdo. -Acepto y su sonrisa crece.

-Paso por ti. - susurra y rompe todo el espacio entre nosotros.

Creo que se había demorado en hacerlo. Carcajeo para mis adentros por mi pensamiento.

-Gracias por aceptar. - se baja a mi altura y con suavidad presiona sus labios sobre los míos.

Sonrío como tonta y deslizo mis manos hasta sus fuertes brazos. Este hombre era tan misterioso pero lindo.

Rompo el beso poco a poco y cambio la mirada al verlo con esa típica sonrisa suya de idiota.

-Eres hermosa.

Quedo atónita al escuchar sus palabras. Voy a enfrentarlo pero ahí como por arte de magia  desaparece.

¿Como es eso posible? El estaba justo ahí delante de mi y ahora no esta.

Con la yema de mis dedos toco mis labios y sonrío.

Me a llamado hermosa. Creo que nunca en mi vida me eh sentido tan feliz.

Harry era el primero en llamarme hermosa. Mariposas revolotean en mi estómago al recordarlo.

***

Era solo una cena normal. Opto por usar unos vaqueros algo ajustados y una blusa con mangas largas  en color violeta.

Si. Vestía algunas veces como una anciana pero es que no soporto que me anden viendo todo el tiempo. Tengo uno que otro traje  pero es rara la vez que los utilizo. Me gustan más los pantalones cortos y largos.

Ya lista , justo cuando el reloj marca las seis de la tarde , ahí tocan la puerta.

Agarro mi celular y rápidamente voy a contestar  , y ahí me encuentro con el tan elegante como cuando lo conocí.  Un traje gris y de su cabello caen gotas de agua. Frunso el ceño y el sonríe.

-Siento mucho la tardanza. Me eh quedado dormido.

Quedo helada al escuchar su voz más ronca de lo normal , y su acento. Era algo digno de escuchar.

-No importa. - rápido respondo y le regalo una pequeña sonrisa.

El me devuelve el gesto y hace un ademán con la cabeza.