Bósforo

17 9 0
                                    

Desde el Bósforo, en inmediaciones entre Asia y Europa, me adentro en Turquía con la inmediata convicción de escribirte lo que han sido estos años de viaje por tierras tan agrestes, áridas y calurosas. Me dirás que nuestro gato ha muerto, y debo decir que no lo lamento; desde que me fui hace tanto tiempo, sabías que todo correría por tu cuenta. Puedo decirte que ahora soy otro y que este viaje me ha hecho un tipo más humano. Beber agua junto a los camellos cuando es un elemento tan escaso, me hace sentir un individuo propio de una etnia del desierto y hasta en la mirada se me nota, ya me lo han dicho. Creo que al regresar debo hablarte muy en serio sobre nuestra situación, es algo que no da espera. Había prometido enviarte postales con monumentos Bizantinos, antes de partir, y creí ser capaz de escribir escuetos pormenores, para ti, de mi recorrido por mezquitas y sinagogas, o capillas ortodoxas, pero oh sorpresa al pisar este suelo y probar sus manjares y mujeres.

CARTAS A TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora