CARTAS A TI

Susurros

Existe un hombre, uno milenario, y vive en mí. Me palpita en los ojos. Él te busca. Me susurra para que te escriba; y cuando sigo sus indicaciones, te hallo linda y te modelo con todas las virtudes posibles. He aprendido a sentirte así, a la distancia. Debo entonces, como buen aprendiz mortal y terreno, ceñirme a los lineamientos que me vienen desde tan lejos. A veces sucede, que si amanece, y pronto debo levantarme para ir a trabajar, un chispazo de luz se cuela en la ventana, y ya estoy yo cuece que cuece las palabras. Sin tomarme un tinto, despojado de la ropa, camino hacia la nevera, tomo un cartón de jugo de naranja, bajo las escaleras hasta el primer piso en el garaje, enciendo la radio del vehículo, suena esa canción de Led Zepellin sobre la lluvia, y rebusco entre cajas de cartón. Encuentro por azar el álbum de fotografías que te perteneció y que contiene imágenes desde tu infancia. Parecías niño. Tomo el celular y obturo para capturar imágenes; las almaceno en una carpeta individual y la titulo con tu nombre. Veo el reloj, se hace tarde, tomo el casco de la motocicleta, la mochila y salgo de casa. En la esquina el sol da de frente en los ojos y choco contra una camioneta blanca último modelo. Desciende una mujer, rubia, esbelta, joven, con lentes de sol y me pregunta si me encuentro bien con un tono alarmado. Me levanto y descubro que estoy bien, ningún rasguño. La moto corre mala suerte. Llamo a la oficina para comentar el incidente. Creo que..