Avechuchos

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...yo soy el animal; el que piensa, y cuando lo hace se le introducen esos avechuchos amarillos de alas al estómago para escribir. He aprendido a hacerlo, con la convicción mágica del amor infinito a todo, incluyéndote. Ahora que poseo la voluntad de hacerlo en cualquier momento, he decidido incursionar en los misterios. Son oscuros, y por momentos con las luces apagadas, se me materializan en el cuerpo. Conocí a uno que era como un perro, y fiel, sus pasiones desplegaba en mi pierna revoloteando la cola. Entiendo que llegaré a vivir en un mundo sometido a la milicia de los más fuertes, y aún así, mi vida será pletórica. Fui capaz de vencerme, ese ha sido mi goce como el de un niño que chilla de felicidad. Mi querida amiga, se puede llegar a donde no imaginamos.

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