Capítulo 20. Vida

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Edelina seguía allí ignorando la desesperación de Roland.
- Tenemos que irnos o nos culparán -Ella se quedó congelada- ¡Corre o no matarán!
Insistió sacudiendo su cuerpo y cortando su campo de visión frente a su rostro haciéndola así reaccionar y levantarse para finalmente salir corriendo.
No olvidaría olvidaría esos ojos, pues los de Alwin estaban totalmente blancos, como si en lugar de arder en un color rojo por la sangre fuera bendecido en la blanquisca paz de un buen futuro. Sin saber si quiera si él iba a ser capaz de encontrar el camino a la eternidad de su alma.

Roland quien seguía tomado de la mano de Edelina abrió con rapidez la puerta de su habitación y tras pasar ambos la cerró con todo lo que tenía cubriendole, candados y demás que de alguna manera nadie le había negado.
Agitado y lleno de ideas por doquier miro como un loco a Edelina quién a pesar de poder estar asustada mantenía una imagen totalmente pasiva, comprendiendo o quizá aceptando el sentido que Roland expulsaba por doquier y no fue hasta que esos ojos asustados color turquesa se conectaron con los de ella que empezo a sentirse nerviosa, que empezó a sentir miedo.
Sin embargo esa reacción habría quedado de más si hubiera esperado unos segundos, aquellos que Roland había tomado para acercarse y abrazarla revitalizandose mas a si mismo que a ella.

*

En las instalaciones subterráneas Aedea estaba caminando al mismo paso que Jenell, dirigiéndose desde la orilla paralela que le conducían todos aquellos pasillos de laberinto hasta que terminaron frente a frente.
- ¿Por qué has venido?- exclamó Jenell sin siquiera esperar a que ambas detuvieran su caminata, pero fue en ese momento que ambos cuerpos simbolizaron algo muy particular... Jenell vestia de pantalón oscuro y una blusa negra mientras que Aedea cargaba con su extravagante vestido blanco como de novia que a pesar de los contante adornos a todo su alrededor no parecía dejar de ser elegante y llamativo.- no puedo permitir que arruines mis planes.- continuó Jenell
- ¿Y cuales son esos planes exactamente? ¿Encerrar a un montón de muchachos en una bóveda como ésta y esperar que sean tranquilos y felices?
- No entenderías aunque lo explicara, incluso no me escucharías.
- Pero no estaría aquí de no ser porque sabes que escuche sobre uno de esos chicos, sobre Edelina.- sonrió tras su victoria sobre Jenell que no habían provocado más que estragos en toda su cabeza.
- No quiero que te le acerques- dijo recalcando exageradamente las palabras con sus labios, hablando de manera lenta pero potente y cuando tuvo la atención completa de Aedea siguió con un tono aún más demandante- No le hables, no la toques, ni siquiera la mires, quiero que esa niña no tenga ningún contacto contigo y si lo haces te mataré, ¡Lo haré!

Aedea la miro algo triste, nada confundida en realidad por su reacción sino apatica, ella era su hermana y pasara lo que hubiera pasado seguía amandola, y por tanto seguía lamentando cada día.
Jenell aún sostenia su rostro árido y molesto pero divertido a la vez, al menos hasta que Aedea comenzó a caminar en círculos alrededor de ella y empezó a hablar ignorando su mirada, ignorando cualquier cosa que le hicieran mostrar debilidad.

- Mel...
- ¡No!- exclamó inmediatamente Jenell
- ¡Nunca tuve la intención de que esto pasara! ¡Esos chicos no deberían estar aquí!
- Oh pero claro que lo fue- respondió alzándose aún más- ¿Crees que yo quería esto?- dijo y entonces su tono se rompio- ¿Crees que yo quería nacer como un mounstro?... ¿Cómo aquella a la que todos le temen por traer mala suerte? Tragedia... ¡Tragedia! ¡Esa maldita palabra esta clavada en mi frente por culpa tuya!
- ¿Mi culpa?
- ¿Acaso yo fui quien mató al pequeño ciervo de Artemisa? ¿Yo fui quien se hizo las marcas con su sangre y me hizo correr por todos lados en busca de casa mostrandoles a todos esa muerte? ¿Tenía que conocer mi destino así? ¡Era una niña! ¡Solo tenia cinco años!

Jenell nunca había llorado, no al menos desde que estaba allí pero una persona con tal dureza en su espiritu y carácter suele ser más sensible y vulnerable a un ataque como tal.
Aedea la miro con dolor, y una lágrima corrió por su mejilla... Las hermanas mayores siempre tenían que dar el ejemplo y guiar a las menores, pero ella había condenado a su hermana mucho antes de que tuviera la madures para soportarlo. Aedea no había tenido suerte y aún así todo siguió, ignoro todo y la arrogancia la guió mal intentando ser como lo que era... "superior".

Melpómene había huido a los 16 y se había cambiado el nombre a Jenell Bond la mujer desconocida, aquella que nadie sabía cómo había llegado ni quien era. Melpómene había estado vagando por las ciudades hasta que conoció a un démon, el mismo y aquel llamado Aston hasta ahora.
Entonces en aquel suceso y amistad su vida estaba recomenzando sin problema y Jenell lo único que pensaba dejar como marca sobre ella era que había ayudado a la generación de humanos a sobrellevar sus problemas. Que había enseñado algo bueno.

Jenell era la décima hija de doce.
Mnemósine había tenido primero a tres niñas las cuales eran Aedea, Meletea y Mnemea las primeras tres musas, para luego unos años más tarde volver a dar a luz a nueve niñas más: Caliope, Clío, Erato, Euterpe, Polimnia, Talía, Terpsícore, Melpómene y Urania, conocidas como las divinidades inspiradoras del arte desde el amor hasta la muerte.

Ellas vivían en Piería una unidad periférica de Grecia justo a los pies del monte Olimpo. Eran hijas de Zeus y la ya mencionada Mnemósine.
Sin embargo había algo que Aedea no entendia y nunca comprendería del odio de Jenell hacia ella... la historia hace estragos en las hojas de papel cuando se confunden de página: pues Aedea, Meletea y Mnemea no eran parientes de las 9 hermanas sino que eran mayores por una razón, eran hijas de Gea y Urano, pero concebidas y entregadas a la única mujer que podía establecer una relación con aquellas tres niñas que siempre estaban observando al mundo, aquellas niñas que llevaban siglos como tal y no habían sido capaces de desarrollarse hasta verlo hacerlo, Mnemósine había adoptado a las tres pequeñas que luego darían lugar al golpe más cruel para la vida de Jenell... mostrarle que su destino es castigar al mundo.

*

Roland estaba acostado junto a Edelina, bajo las sabanas blancas que tenía desde el primer día, abrazandola. El corazón de ambos había dejado de latir con tanta rapidez y había comenzado a sentirse más bien calido, alegre. El sueño sin embargo comenzaba a pegarle a Edelina quién se cargaba su cabeza y manos en el hombro de Roland.

- Me siguen los problemas -dijo ella llamando su atención.
- En realidad... tu los sigues a ellos.- respondió Roland sin cuidado.
- ¿Cómo así?
- Estas tierras han estado llenas de asesinatos desde hace tiempo, algo que tu ya sabías ¿o no? Cuando sus cuerpos humanos mueren su alma sale libre del cuerpo, su espíritu que por lo general busca la paz, pero, las cosas cambian asi como los ideales y caprichos, quieren regressr y todos somos un ansuelo.
- ¿Pueden ser almas totalmente humanas? o ¿Por qué yo no tengo magia?

Las dudas que Edelina siemore establecia eran por lo general difíciles de explicar pero aun mas dificiles de decir; tu ancestro quizo explicar, quizá solo busco a la mas sencilla, o quizá tu simplemente eres ella pero no pronunciaria aquellas palabras, no mientras pudiera evitarlo.

- La reencarnacion es un tema muy complejo, casi un mito.
- ¿Pero?
- Algo cambio, algo que ha provocado que todos ellos- miro hacia su derecha, moviendo sus ojos casi de reojo a la chica que seguía esperanzada a su lado por recibir una respuesta- terminen atrapados aquí- la miro con ternura, casi dolido- Cuando mueres y entras al Tartaro los espiritus desencarnados beben el agua del Leteo, pues sus agua poseen propiedades formidables y beberla provoca el olvido de la vida terrenal. Por esta razón ahora tenemos la hipótesis de que siempre hubo tal movimiento entre las almas y cuerpos pero esta vez, nadie está olvidando. Es el elemento de la sucesión de las vidas.

Nota de la Autora:
Buenos díassssss, acabo de terminar este capítulo y aunque en realidad personalmente no era lo que esperaba creo que es necesario conocer la vida de otros personajes 7u7.

Ya tengo Twitterrrrrr sígueme como @Kadi_Cipriano18  (es un asco el nombre pero no pude cambiarlo xD)
¿Alguien sabe si eso puede editarse?

Te invito a que leas mi otra novela "Sueño de Vidrio" :3

Vota, me hace muy feliz ver crecer esta obra uwu.
Y bueno, sin mas por el momento, gracias por leer :3.
Con amor.
PandaWilde

Añeja fantasía: Evocación Del OrbeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora