El día de grabación termino y me dirigí lo más rápido que pude a mi pequeño departamento, necesitaba un buen baño y algo de comida, me metí en aquella gigantesca camisa blanca que tanto me gustaba para andar cómoda y decidí preparar la cena, el timbre sonó. Abrí la puerta y ahí estaba ella, empapada con el maquillaje esparcido por todo su rostro, hecha un desastre y sus ojos suplicando mi compasión, sin decir nada me aparte y la deje pasar.
-Sof, ya no puedo más con todo esto- yo seguía helada, verla así de vulnerable era mi debilidad y yo sabía que podía perdonarla -Necesito que me digas lo que sientes por mi- y entonces mi boca se abrió sin tener control sobre ella
-Chloe, justo ahora puedo asegurarte que ya no te amo, ni un poco- ella me había herido, antes. Ahora fue diferente, quise llorar pero no llore, ahora su nuevo juguete de amor era Thomas y pobre de aquel chico que lo único que pretendía era amarla tan puramente que hasta a ella le iba a doler
-No puedes decirme eso así como así, cometí un error, Sofia- dijo buscando mis manos
-No fue un error, tu lo sabes- dije apartándome -Tu estabas consciente de lo que hacías y decidiste continuar- a este punto mi voz se quebraba pero ni yo sabía porqué
-No, yo te amo, claro que te amo- dijo la rubia en un susurro
-Eso no lo sabes, Chlo- limpie las lágrimas que caían
-Pero lo siento- dijo amarrando sus brazos a mi cintura
-¿Sabes?- limpie mi nariz y un poco de mis lágrimas ya que ella seguía aferrada a mi cintura -Creo que fue lo mejor que pudo haber pasado, se me cayó la venda, Chloe-
-¿De que hablas?- me soltó y buscó mi mirada
-De que, al fin soy libre, al fin podré ser quién quiero ser y por suerte tu no vas a estar ahí sembrando dudas e inseguridades en mi, día tras día- y una sonrisa se coló en mi rostro
-¿Se acabo?- dijo tomando mis manos y juntando nuestras frentes
-Si- y un suspiro de alivio que no pudo ser retenido salió
-Perdóname-
-Ambas tenemos mucho que perdonarnos- y el ambiente dejó de ser tenso -Te amé tan fuertemente que no puedo odiarte, pero ahora no eres más que aquella persona a la que amé tanto que necesite ser destruida por ella misma-
-Nunca quise hacerte tanto daño-
-Lo sé, incluso si no lo parecía- y me separé -Al menos podremos descansar la una de la otra por un tiempo- y una pequeña risa salió
-No quiero descansar de ti, Sof- dijo dirigiéndose a la puerta
-Pero debemos, eres la mejor persona que nunca tuve, gracias por enseñarme a amar tan fuerte que dolía- dije caminando tras de ella -Ahora se que el amor no duele-
-Quiero seguir viéndote- se paro en el marco de la puerta
-Nos tendremos que ver eventualmente, pero por el momento no creo que sea conveniente- y ella asintió, se dio media vuelta y se alejaba de mi departamento con todo acabado entre nosotras -¡Chloe!- corrí hacía ella y ella se detuvo para esperarme -Casi lo olvidaba, haz sentir a Thomas todo ese amor que tu sientes por él, esta dudando, no lo dejes ir- ella asintió y tomo mis manos de nuevo
-Alguien debió haberme dicho eso cuando te tenía- y besó mis labios por última vez, no fue que yo no quisiera pero se sentía incorrecto, no respondí, no me moví, si respondía esto no acabaría jamás.
Tras aquel beso ella se marchó y al día siguiente no la vi, ella se fue aquella noche y fue todo entre nosotras, amarnos dolía y llegue a ser adicta a ese dolor, ahora me siento tan libre y con ganas de sentir.
Dicen que lo que se va siempre vuelve pero espero que esta sea la excepción, yo llegue a saber sus mentiras y aún así no abría los ojos, gracias a Dios ella lo estropeó si no, seguiría atrapada en aquel círculo vicioso, fue la mejor cosa que nunca tuve, la amé tanto y me dolió el triple.
Bueno al fin terminamos con esta historia, vendrán muchas más, gracias por leer.