dieciseis.

1.8K 135 10
                                    

-Ya te respondí eso y la respuesta no cambio desde entonces- dije casi gritándolo pues no tenía que acosarme con aquello

-Bueno, pues no lo haces parecer mucho- dijo en el mismo tono

-Que no se te olvide que yo no soy como...- pensé lo que estaba a punto de decir y calle abruptamente

-¿Cómo quién? ¿Cómo yo? Anda dilo, sin miedo, Sofia- decía dando pasos hacía mi

-No, yo no soy como tú- y de alguna manera aquella frase se sintió mal, me quemaba la garganta pero a la vez me quemaba el corazón

-Bien, te veo luego- salió del remolque azotando la puerta y no la seguí

*

Alguien tocó la puerta de mi ahora departamento, ya nos habíamos instalado de manera "permanente" pues no era factible tener que pagar por diario una habitación de hotel, además un departamento nos daba más comodidad y no estaban tan distanciados unos de otros, el de Chlo estaba cerca y de alguna manera maldecía por aquello.

-¿Quién?- no respondieron, abrí la puerta y ahí estaba ella sosteniendo una bolsa que al parecer contenía comida. -¿Qué haces aquí?-

-Perdón, pero Sofia no puedo lidiar con todo esto- dijo en tono calmado

-¿Estás terminando conmigo?- dije aún recargada en la orilla de la puerta pero sin semblante de tristeza

-Diablos, no- dijo la rubia acercándose para besarme pero fue tan sorpresivo que no tuve tiempo ni de seguirle el beso, me quede helada

-Bien, ¿es todo?- Dove me vio como si no pudiera creer aquello

-Déjame entrar- ordenó, me moví para que entrara -¿Por qué todo en nuestra relación se volvió así?- dijo pasando su mano por mi barbilla

-Bueno, me das mucho por donde comenzar- dije sarcástica

-¿Qué quieres decir?-

-Dove, tu nunca habías sido de esta manera y la verdad los años pasados me cansé de arrastrarme tras de ti solo para conseguir un poco de atención y ahora Thomas regresa y me das toda la atención a mi en el día pero desde que el regreso es la primera noche que pasas por acá y ni siquiera estarás más de una hora- y era verdad, tenía sospechas y no tenía porque no darle cabida a aquellos pensamientos

-No estoy con él, Sofia-

-Pues me cuesta creerte, lo siento-

-A mí me cuesta creer que no ves a alguien más- dijo con un tono de odio

-Pues créelo, no lo hago- dije un poco harta de la situación –Estoy cansada de esta situación-

-Entonces, bésame- dijo la rubia retándome, aunque para aquel momento ya era más una necesidad, si así la iba a silenciar estaba dispuesta a hacerlo, mi cara reflejaba pura rabia pero no me pude resistir más a esos labios regordetes y estampe mis labios sobre los suyos. Ella me siguió el beso y posó sus manos a los costados de mi cara Pero enseguida sus manos recorrieron mi cuerpo entero ya que este estaba solo cubierto por una camisa blanca de gran tamaño, tal vez la forma de arreglar toda esta tóxica situación en la que vivíamos no era esta, pero se sentía tan bien.

-¿Si quieres hacer esto?- la rubia paro el beso que se intensificaba cada vez más y mis ojos llenos de deseo y mi voz ronca me delataron

-Si, si quiero- y entonces casi a tientas seguimos hasta la cama, yo sabía bien que quería enredarme en su cintura pero no me arriesgaría a llegar al suelo y romper el momento.

Mis piernas se toparon con el borde de la cama y entonces me senté y ella quedo sobre mi a horcajadas, seguimos con el beso mientras sus manos vagan despiadadamente por todo mi cuerpo.

-Siempre me tuviste a tu merced- dijo la rubia en mi oído mientras mordía y mordía, no respondí, estaba ahogada de deseo y mi respuesta solo fue echar la cabeza hacía atrás y darle mejor acceso a cualquier parte de mi cuerpo que ella requiriera. Mi camisa larga de repente salió volando junto con la suya, yo ya estaba en lencería pero ella estaba muy cubierta.

Desabroche su pantalón y se levantó para deshacerse de el al instante, de pronto nuestra ropa interior ya esta esparcida en la habitación y una ligera capa de sudor cubría nuestros cuerpos. Fue dejando un camino de besos húmedos hasta llegar a mi centro, la necesitaba. Uno de sus dedos se introdujo en mi y por inercia mi espalda se arqueo y pude escucharla murmurar un poco pero mi cabeza estaba tan nublada por el placer del momento que lo que menos quería ahora era descifrar lo que tenía por decir.

*
No supe que tan tarde terminamos con aquello, ella tenía el control y después yo lo tenía, tuvimos sexo hasta dormir de cansancio o "hicimos el amor" a estas alturas ya no sabía que era lo que pasaba entre nosotras, me recosté dejando caer mi peso sobre un brazo y me quedé observándola, es perfecta y tan maldita a la vez, la amo pero la odio, no puedo estar sin ella pero no la quiero en mi vida.

-Maldita sea, Chloe- suspiré y corrí unos mechones de su cabello -Me encantas- deje un pequeño beso en su nariz -Más bien, te amo- y volví a dejarme caer a su lado.

Behind the scenes |dofia|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora