Nella Longbottom no sabía dónde meterse. No se había sentido más inquieta en su vida. Al menos no que recordara. Ni tampoco tan nerviosa. Lo único que quería en ese momento era desaparecer, y si podía ser llevarse a su nueva amiga con ella.
Sin duda Azalea era una buena compañía para desaparecer por un tiempo, le había caído excepcionalmente bien a Nella. Y eso era raro, pues nunca había conseguido tener amigos más allá de su hermano. No soportaba a los niños que preferían tener compañía a mostrarse tal como eran y quedarse solos.
A Nella le gustaba la gente auténtica como la pelirroja. Que no contaban más de lo que no les apetecía contar, ni se tomaban a mal una verdad como un templo. Y que tampoco fingían un apego que aún no habían desarrollado. Simplemente era así, y le gustaba. Quería que si hacía amigos Azalea se encontrara en su grupo. Y cada vez estaba más convencida de ello.
Pero eso no evitaba que la morena se sintiera extremadamente nerviosa...
— Vamos Nella, sólo es una casa. ¿Qué más da? Deja de preocuparte tanto...
— ¿Y si nos separan? No quiero hacer nuevos amigos. Al final resulta que me has gustado tanto como tu gato...
Azalea negó con la cabeza y abrazó a la muchacha para tranquilizarla.
En ese momento una mujer entrada en años, con sombrero puntiagudo y una túnica verde como atuendo, les explico en qué consistiría la ceremonia de selección y les dio paso al Gran Salón.
El Sombrero Seleccionador empezó a separar a los alumnos en sus respectivas casas.
En el momento en que escucharon la llamada a «Longbottom, Nella», las muchachas se miraron y se dirigieron un asentimiento haciéndose la promesa silenciosa de apoyarse la una a la otra, sin importar en qué casa terminara cada una. Pasaron unos segundos hasta que la muchacha fue posicionada en la casa de las serpientes.
Nella puso una mueca de disgusto que le duró apenas unos segundos, y Azalea le apretó la mano a su paso hacia la casa en que le había colocado el viejo sombrero.
No entendía por qué su amiga se ponía así, ¿qué mas daba una casa que otra?
Cuando el turno del chico con el que habían viajado en barca llegó, Azalea no pudo evitar prestar atención por un momento a la ceremonia, en lugar de a las muecas que su nueva amiga ponía desde su mesa en el comedor. El Sombrero Seleccionador no tuvo ninguna duda, y sin tan siquiera rozar un pelo a la cabeza del chico lo envió directamente a Slytherin. Azalea sonrió al muchacho y éste le devolvió la sonrisa y un guiño de la que se dirigía a la mesa perteneciente a su nueva casa.
Azalea se sintió por un momento nerviosa. Quería ir a la misma casa que los dos muchachos que había conocido y que tanto le habían agradado. Si las dos personas que habían causado mejor impresión en ella iban a Slytherin, ella no quería ser menos. Quería pertenecer a la casa de las serpientes.
Pasaron algunos alumnos más antes de que fuera el turno de «Potter, Azalea». Los murmullos no tardaron en crecer a lo largo del gran comedor.
La susodicha se subió al altillo recibiendo un guiño por parte de su abuelo deseándole suerte. Azalea se sentó en el taburete de madera, nerviosa, mientras veía unos ojos del mismo color que los suyos, devolverle la mirada en la distancia escrutándola. Azalea, ensimismada en sus pensamientos, no pudo descifrar la expresión del muchacho. Incluso se sobresaltó un poco cuando escuchó una voz que retumbaba en su cabeza.
«Vaya... No te esperaba este año, Potter. Veamos qué pasa por esta cabecita... Gran inteligencia y suspicacia, sin duda bien desarrolladas. Lealtad y un corazón fiel a sus principios... Caprichosa también y con muchos secretos... No te fías... Bien, bien... Ohhhh, ahí está también la valentía. Es difícil, pero sólo una casa te otorgará el poder que tanto anhelas, la oportunidad de marcar la diferencia... Me gusta, también yo te veo en ella... ¡¡¡SLYTHERIN!!!»
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Azalea Potter y la Piedra Filosofal
FanfictionAzalea Potter es la hermana pequeña del muchacho más famoso del mundo mágico: Harry Potter. La noche del fatídico 31 de Octubre de 1981, Azalea era apenas un bebé de tres meses cuando se queda huérfana. Debido a la situación crítica de los hermanos...