Enredados (Kellic)

• Capítulo 18 •

Capítulo 18: Todavía tiene que significar algo.

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-¡Demonios Kellin! -Exclamó Vic cuando Kellin por fin contestó el teléfono- ¡Te estoy buscando como loco! ¿En dónde mierda estás? -Preguntó muy molesto.

-Estoy en la azotea de la casa, para ya de gritar por favor -Pidió el menor de una manera muy serena, Vic del otro lado del teléfono cerró los ojos y trató de calmarse.

-Voy para allá -Concluyó la llamada Vic antes de que pudiera decir algo más, estaba muy molesto con Kellin y sabe que si continúa hablando, lo va a empeorar.

Desde hace años Vic ha estado cuidando de Kellin, y en cierto punto es agobiante, tanto para Kellin como para Vic. Tal vez ambos sólo se están divirtiendo demasiado... Tal vez Kellin no puede cuidarse solo él mismo. Habían estado teniendo el mismo sueño en el que podían volar...

Tal vez si nunca despiertan ambos podrán tocar el cielo.

(...)

Vic subió a la azotea de su casa, encontró a Kellin sentado de espaldas mirando hacia la luna.
Llevaba todo el día buscándolo y al fin verlo sano y salvo le dio tranquilidad. Ya no estaba enojado con él. En el trayecto del camino se dió cuenta que había estado agobiando mucho a Kellin las últimas semanas. Entendió que Kellin también necesita su espacio.

-Hola -Habló Vic mientras se sentaba al lado de Kellin. Pudo notar enseguida los ojos llorosos del ojiazul- Necesitamos hablar -Pidió.

Kellin tan sólo asintió con la cabeza en señal de que estaba de acuerdo, Vic miró de igual manera a la luna y procedió a hablar.

-Estas últimas semanas, seguramente han sido el infierno para ti -Decía el moreno sintiendo compasión por Kellin- Yo nunca pensé que realmente lo querías, me era muy raro ver a una persona que conocí destrozada apunto de casarse, y feliz -Se sinceró- Pero al fin y a cabo, ser feliz es lo que debía exigirte y si tú eras feliz sin mí, no podía contradecirte -Prosiguió- Seamos realistas, necesitas superar esto Kellin. Sé que no era el tiempo de Jaime... Pero vamos, juro que a él no le gustaría verte así, él te amaba, estoy seguro que lo hacía, iban a casarse ¿Recuerdas? Tú no habrías podido cambiar lo que pasó aunque lo intentaras, y por más que llores y te deprimas, no debes perder tu fé... Jaime y Tony eran mis mejores amigos, pero sé que no estás así por Tony y...-Kellin lo interrumpió.

-Ahí te equivocas -Soltó Kellin, Vic lo regresó a ver algo confundido.

-¿De qué hablas?

-Escuché la grabación -Dijo Kellin- Sé que Tony lo hizo.

Ambos se quedaron callados. Vic no supo qué decir y en su mente rondaba la pregunta de cómo fue que la escuchó. Kellin por su parte estaba hecho un desastre y desmoronándose por dentro al enfrentar a Vic, estaba apunto de decir una de sus más grandes locuras.

-¿Hasta cuándo pensabas decirme? -Preguntó Kellin y lo regresó a ver- Se supone que entre tú y yo no hay secretos.

Vic se mantuvo serio, pensando en qué decir, pero Kellin se sentía desesperado y necesitaba respuestas.

-¿En qué más me haz mentido? -Preguntó, y sin poder evitarlo, sus lágrimas comenzaban a acumularse dentro de sus ojos.

-Lo lamento. -Fue todo lo que Vic pudo responder, haciendo enojar más a Kellin.

-¿Es todo lo que dirás al respecto? -Preguntó frunciendo el ceño- ¡Confiaba en ti y me mentiste con algo tan importante para mí! -Exclamó Kellin.

-¡Es que no sabía cómo decírtelo! -Se defendió Vic.

-¡PUES COMO ES Y YA ESTÁ! -Gritó Kellin mientras sus lágrimas rodaron- ¡ME HICISTE MÁS DAÑO OCULTANDOLO!

-¿¡Cómo querías que te lo dijera!? -Vic alzó la voz- ¡Ay Kellin! ¿Qué crees? Resulta que Jaime y Tony te estuvieron viendo la cara de estúpido todo este tiempo, ¡Pero no te preocupes! Jaime lo terminó y por eso Tony se volvió loco y lo mató en EL MALDITO CARRO -Concluyó Vic bastante molesto, no midió sus palabras y Kellin se mantuvo serio.

-Tal vez necesitas más personas cómo yo para perder -Dijo Kellin desviando la vista.

Quería escuchar eso de Vic.

-Lo lamento -Repitió Vic y abrazó a Kellin, Kellin tampoco se apartó.

El mayor comenzó a llorar.

-¿Sabes? -Dijo Vic apoyando su frente en el hombro de Kellin. Su voz gruesa hacía evidente que estaba llorando- Kellin, yo cuento los latidos de tu corazón antes de que te duermas... -Kellin escuchaba con atención- Me he mordido las uñas hasta los huesos... Y una vez más me estoy arrastrando por el hueco de la escalera hacia ti, tú eres a lo que yo llamo mi casa. Esto, es a lo que yo llamo hogar, tú y yo.

-¿A qué te refieres? -Preguntó Kellin separándolo, haciendo que se regresaran a ver.

-Dime, ¿Jaime alguna vez te lo dijo? -Preguntó Vic limpiando sus lágrimas.

-¿Decirme qué? -Kellin preguntó nuevamente.

-Kellin, estoy enamorado de ti.

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WAAAAAAAAAA YA LE DIJOOOOOO