Enredados (Kellic)

• Capítulo 9 •

Capítulo 9: Cuando los muertos llaman a la puerta.

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Narra Kellin

Ahora mismo, me encontraba apunto de entrar al cuarto del hospital a reconocer el cuerpo.

Vic me había insistido que no debería ser yo, pero realmente necesitaba saberlo. Mike y él también estaban apunto de entrar, pero todos estábamos en silencio mientras mirábamos la puerta, pensando en quién sería el primero en abrirla.

Me comía las uñas, estaba muy alterado, tenía mucho miedo y a la vez, quería llorar.

Hoy era nuestro día, sé que lo es. Y se supone que yo sería la persona más feliz del mundo compartiendo nuestra casa nueva, nuestra vida, nuestros sueños y su apellido con él. Sin embargo, estoy aquí, de nuevo tendiendo uno de esos ataques que parecían tan lejanos a mí.

Yo ya había salido de esto, yo me estaba recuperando, yo ya no pensaba así. Maldición, yo no quería volver a esto. No quería y no quiero.

Me armé de valor y abrí la puerta.

Dentro de la habitación habían dos oficiales que poco prestaron atención a nuestra presencia. También estaban 2 doctores con bata blanca y enfrente de ellos... Estaba un cuerpo con una manta blanca cubriéndolo.

Mi corazón latía con fuerza, preparándose mentalmente para lo que sea que fuera a ver. No quería que fuera Jaime, pero un lado de mí se sentía mal por saber que sería Tony, uno de mis únicos 4 amigos.

-A lo que venimos ¿No? -Hablo Mike de manera prepotente hacia los doctores.

Yo suspiré con fuerza.

Uno de los doctores comenzó a descubrir el cuerpo. Y poco a poco mis ojos se llenaron de lágrimas.

Era Tony.

Una parte de mí estaba destrozada, pero la otra estaba aliviada. Aliviada al saber que Jaime seguía con vida.

Y mi corazón se detiene por completo al ver como un doctor entra a la habitación con el cuerpo de mi prometido.

>> -Iré al grano entonces, tú me gustaste -Dijo él, mi interior dio un grito fangirl.

-¿S-Sí? -Fue lo único que pude decir. Él notó lo nervioso que me puse.

-Tranquilo, todo a su tiempo -Añadió mientras me guiñaba un ojo.<<

Abrí mis labios intentando gritar, pero parecía que mis pulmones se habían quedado sin aire.

>>-¿Te puedo besar? -Preguntó Jaime mientras acariciaba mi mejilla delicadamente.

-Con una condición -Propuse yo, algo tímido mientras posaba mi mano sobre la suya en mi rostro.

-¿Cuál?

-Que no sea la última vez que lo hagas.<<

Sentí como mis piernas se quedaban sin fuerzas y me quise acercar a Jaime, pero sentí unos brazos rodear mi cintura mientras yo pataleaba impotente para ir al lado de mi amado.

>> -¿Te casarías conmigo? -Dijo Jaime arrodillándose, mientras mis lágrimas empezaron a salir inexplicablemente. Asentí con todas mis fuerzas y me lancé a sus brazos.

-¡Claro que sí!<<

Comencé a sollozar fuertemente intentando llorar (no podía), y además, sentía como poco a poco mi vista se nublaba.

-¡JAIME! -Grité lo más fuerte que pude mientras dejaba de luchar y Vic me abrazaba por la espalda.

>>-Yo siempre voy a estar aquí, prometo no lastimarte -Jaime dijo como pudo entre besos. Y besos.

Me separé e hice que nos miráramos.

-Seré tuyo para confiar que esto no es lo último de nosotros. -Hablé mientras nuestras respiraciones se mezclaban.

-Parece que tú nunca entenderás que eres el amor de mi vida -Respondió él mientras se deshacía de mi playera y sus labios volvían a los míos.<<

Supongo que este dolor es parte de lo que llaman "enamorarse"