Better Than Revenge (Zayn Malik y Selena Gomez)

Snapchat

Zayn

Estaba tan bella como el día anterior, y el anterior a ese, y el anterior al anterior...estaba bella como siempre.

-¿podrías dejar de ver el celular como un idiota?-

Reclamó Liam, mientras yo pensaba en por qué demonios no había cerrado ya la conversación en Skype con él.

-no, no puedo. Estoy viendo a mi novia-

El snap se terminó y la hermosa visión de mi prometida, se esfumó.

Suspiré, y me tomé uno yo.

Escribí:

Deberías dejar que duraran más tiempo 🙄

Y lo envíe.

Al poco tiempo llegó otro de ella, lanzando un beso, y este duraba 10 segundo, lo cual era el máximo tiempo de la aplicación.

Le envíe uno de mí sonriendo, y le escribí:

Me muero por verte ya.

-Malik, te voy a colgar. Pareces un idiota-

-Liam, sólo tienes que esperar a encontrar esa chica que te haga parecer a ti un idiota...-

Él pareció pensar mis palabras unos segundos.

-ya hubo una que me hizo quedar como un idiota...-

¿Qué?

-¿qué acabas de decir?-

Dije sonriendo.

-nada...llámame en cuanto termines con Selena, adiós-

No tuve tiempo de seguir con las preguntas, ya que había cerrado la conversación y se había desconectado.

¿Que no me estaba diciendo Liam?

Por alguna razón, reí con complicidad, mientras agitaba la cabeza de un lado a otro, dejando el tema aparte.

Selena aún seguía en el estudio de fotografía, tomandose fotos.
¿Por qué no era el fotógrafo? Ese era un desgraciado bastante afortunado.

Me tiré a la cama del hotel, y comencé a pensar en como iba a comenzar la conversación con Selena sobre Justin.

Yo confiaba en ella, sin embargo, necesitaba saber porque mierdas él estaba en el baño de mi casi mujer, la noche pasada.
Una maliciosa parte dentro de mí se moría de ganar por saber si el maldito idiota había escuchado todas las cosas que le había hecho ayer a Selena. El pensamiento era reconfortante.

Sin embargo, mi cara se incendiaba en llamas cada vez que me lo imaginaba a él siquiera pensando en tocarla.
No, él ya había perdido su oportunidad y ella era mía.

El celular me vibró y vi el snap de Selena: era de ella sonriendo y diciendo que ya iba en camino al hotel.

Ah, mi hermosa prometida.

Sonaba tan bonito: Selena Malik.

Era precioso, casi tanto como ella.

Me moría por poder llamarla señora Malik.

El celular vibró y vi que era un snap de Perrie.

Raro.

Lo abrí. Era ella haciendo su no-tan-buena, cara de pato. Decía que me deseaba un buen día.

Yo le tomé una foto a mi zapato y le dije que gracias.

Ella me envió una foto de la ropa que tenía puesta, preguntando si me parecía bien, aunque era obvio que lo que quería mostrar era el escote de su vestido.

Volví a tomar una foto a mis pies y le dije que sí.

Me cansé de esa estupidez y dejé el teléfono en la cama. Entré en la cocina y comencé a ver que sorpresa le podría tener a Selena.

Por lo general cuando estábamos en casa, ella era la que cocinaba; esta vez quería variar y tenerle la cena hecha.

Cogí un poco de carne del congelador de la nevera del hotel y fui a la cocina.

Esa suite era condenadamente grande.

Exprimí mi cerebro tratando de recordar lo que mi padre decía de como se cocinaba esa carne. Obviamente no sólo se hecha a la sartén...se le tenía que cubrir con alguna salsa, cerveza, especies, o algo así... ¿O era sólo con sal?

Nunca pensé en cocinar para nadie, por lo general me gusta que me cocinen, pero me encantaría ser capaz de darle un regalo a Selena.

Busqué en todas partes alguna salsa con la cual poder aliñar la carne, pero no encontré en ninguna parte de la ridículamente gran cocina; así que preferí sólo agregar sal.

Me lavé las manos y llené la carne de sal; según recordaba, eso iba a quedar rico.

Puse el aceite a hervir y la carne a cocinarse.

De un momento a otro tocaron a la puerta.

Me separé de la cocina y abrí.

Alcé en brazos a Selena en cuanto la vi: había sido un día larguísimo.

Uní mis labios con los suyos, mientras ella sólo reía.

-hola para ti también-

Los dos reíamos. Sus piernas se enroscaron en mi cadera.

-huele bien-

-es una sorpresa-

Ella se bajó de mí y me abrazó.

-genial, me ducho y ya salgo-

-no deberías decir eso-

-¿por qué?-

-porque me dan ganas de acompañarte-