Regalo de Dios

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Zayn

Me levanté de repente. Estaba empapado en sudor. Revisé en donde estaba y obviamente supe la razón de el repentino calor y muy gran erección que tenía.

Selena estaba abrazada a mí, y tenía sus piernas y su cadera ejerciendo presión sobre mí torso. Ella estaba encima mío: podeía sentir sus pechos sobre mí, haciéndose más presentes con cada respiración de ella, al igual que su plano abdomen sobre el mío y todo el resto de su anatomía encima de la mía.
Sus largas piernas parecían enredaderas alrededor de las mías.

Milagrosamente no se había levantado.

Me despegué un poco de ella, y pude apreciar lo hermosa que era.
Me resultaba preciosa, cada uno de sus detalles.

Los dedos me quemaban por acariciarla, aunque tuve que aguantarme las ganas: seguramente estaba cansada.

Me levanté de la cama, haciendo del menor ruido posible, aunque realmente fue inútil.

-¿qué pasa?-

Pregunto mi ángel, medio dormida. No pude evitar sonreírle un poco.

-nada hermosa, sólo voy al baño-

Obviamente no le iba a decir que me iba a echar una paja: eso probablemente la perturbaría.

Sabes que te encantaría que ella te echara una mano, dijo mi voz interna.

Tenía razón.

Selena asintió y volvió a dejar su cuerpo reposando en la gran cama del hotel.

Acaricie la perilla, de el baño que estaba prácticamente al frente, sopesando la idea de pedirle a Selena un poco de ayuda con el problema que ella había generado...inconscientemente.

Volteé la cabeza y la vi durmiendo, estaba en todo su esplendor. No la quería despertar, así que abrí la puerta.

Hijo de la gran puta.

En el suelo del baño estaba un chico con pantalones negros apretados, una camisa blanca y una chaqueta de cuero negra.

Era Bieber.

¿Qué hacia el hijo de perra en la habitación de mi novia, de MI prometida?

No te hagas el idiota, Malik, obviamente sabes que hacía, contestó mi voz interna.

Cerré la puerta sin hacer ruido.

Agarré mi ropa y me vestí rápidamente.

Aún tenía que estar en esa maldita ciudad otros tres días. ¿Qué putas iba a hacer?

No me importaba nada en ese momento.

Agarré un papel cerca de la mesa de noche y con un lapicero escribí:

"Interesante compañía la que tuviste antes de que llegara -zm"

La dejé al lado suyo, tentado a quedarme con ella, y pretender que no había visto nada, pero lo que me dolía era que sí había visto, y ahora no sabía que pensar.

Le di una última mirada, y me rehusé a creer que ese pequeño regalo de Dios, pudiera haberme hecho eso. Sin embargo, todo parecía indicar que sí.

Miré a las cortinas del gran ventanal, y aunque estaban abiertas de par en par, salí de la habitación, sin hacer el menor ruido.

Better Than Revenge (Zayn Malik y Selena Gomez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora