Hablar

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Zayn

Su rostro estaba contra mi pecho y sus manos me agarraban de los costados, como si no quisiera que me alejara de ella.

Hice el intento de moverme, pero sus pequeña manos se cerraron en torno a mí.

Sonreí.

Comencé a acariciar su espalda, hasta llegar a los hoyuelos, los acaricie y volví a subir con mi dedo índice.

Empecé a acariciar su cabello y agarré unos cuantos mechones.

Separé un mechón en tres y lo trencé.
Tenía un color precioso y, aunque ahora estuviera un tanto enredado, era hermoso.

Selena pasaría un rato tan agradable con mis hermanas...

Safaa ya tenía diez y siete, Donyia veinticinco, Walyiha veinte...el tiempo había pasado tan rápido.

Sin embargo, estaba más que convencido de que pasarían una tarde de chicas genial.

Podríamos incluso llevar a la pequeña hermanita de Sel...

Me toqué el cuello.
Era extraño, pero ayer, ella no se había percatado de que tenía su anillo de compromiso atado al cuello.

Siempre agradecería por eso; hubiera sido raro.

Tenía que volver a confirmar el compromiso y ahora sí quería hacerlo público, necesitaba hacerlo público.

Quería que el mundo entero se diera cuenta de mi suerte: Yo, comprometido con la hermosa Selena Gomez...ese tipo de cosas no le pasan a los chicos de Bradford.

Bajé la mirada y, al verla con la espalda desnuda, el cabello trenzado por mí y dormida en mi pecho, reafirmé mi teoría.

Subí mi dedo índice por su cuello, hasta terminar en su mejilla.

Ella se comenzó a mover: la había despertado.

Sus ojos se encontraron con los míos. Al principio se veía desorientada, pero luego me sonrió, y volvió a acostar la cabeza en mi pecho.

De un momento a otro se movió repentinamente.

-¿dónde está la manta?-

Ah, se había dado cuenta de que no había ninguna cerca.

-ah, no sé...se perdieron-

Dije de la manera menos inocente posible.

-¿las quitaste?-

Dijo, frunciendo el ceño mientras me sonreía.

-quizá, nunca lo sabrás-

-sí, las quitaste...-

Ella subió los ojos.

-¿cómo pretendes que me levante?-

-pues...levantándote, no hay nada que no haya visto-

-ja ja, que gracioso-

Ella me frunció el ceño.

-lo sé, soy todo un cómico. Párate, tenemos que hablar-

Su rostro se contrajo rápidamente, seguro estaba nerviosa.

-no me voy a levantar-

Me dijo, firme y segura, acurrucada contra mi pecho.

-lindo trasero-

Le dije.
Tal como lo esperada, ella se levantó, tratando de taparse con algo, aunque obviamente no encontró nada.

-¿y así querías hacer topless?-

Dije más ora mí que ora ella, no pudiendo evitar reír un poco. Ella me perforaba con la mirada.

-¿qué es eso que querías hablar?-

-te quería hablar sobre esto-

Le dije, agarrando el anillo que colgaba de mi cadena alrededor del cuello.

Sus ojos fueron a parar ahí, y apenas reconocieron el anillo subieron a los míos, nerviosos.

-quiero que lo vuelvas a usar-

-pero...-

-si quieres te vuelvo a proponer matrimonio, como lo prefieras...-

Le dije, un poco nervioso por su "pero"

-yo...tenemos que hablar-

¡No! ¡Yo era el que tenía que hablar serio, no tú!

Me arreglé un poco, poniendo la espalda recta y la típica mirada que le daba a los managers cada vez que nos decían sus nuevas propuestas.
Su rostro era casi una mueca.

-no me quiero casar-

Eran cuatro palabras cuyo significado apenas estaba procesando.
Seguro en este momento parecía un idiota mirando al vacío.
Había dicho que no, que no se quería casar conmigo.

¿Entonces? ¿No me quería? ¿Quería más a Justin? ¿Había recapacitado anoche?

¿Qué estaba pasando?

-pero...-

-déjame que te explique....-

Se acomodó en la cama, enderezando su espalda también.

-adelante-

Le dije con la voz entrecortada y plana.

-yo...nunca me he querido casar, por eso lo aplazaba, por eso no quería que lo confirmaras-

-¿sabes? Un golpe en las pelotas me hubiera dolido menos-

Le dije, con una risa irónica.
Ella se trató de acercar a mí, pero no la dejé.
Me levanté y entré al baño.
Me sentía tan mal, tan jodidamente mal.

Lo que le había dicho ayer era en serio. Yo podía tener a cualquier persona que quisiera, y sin embargo, lo que ella había dicho también era cierto, yo la amaba. Muchísimo.

Prendí la ducha y me quedé debajo del agua.

La puerta se abrió.

¡Maldita sea! Había olvidado cerrar.

-sal de aquí-

Le dije, quizá con más fuerza de la necesaria, pero quería pensar, y ella no me estaba dejando.

-no-

Dijo, mientras se sentaba en la tapa del retrete. Trató de taparse lo más que pudo, aunque no sirvió de mucho.

Yo, por mi lado, me seguí bañando, como si no hubiera pasado.

-¿me vas a escuchar?-

Su voz era firme.

-no, me estoy bañando-

-Zayn...-

-Zayn nada, me estoy bañando y no quiero hablar en este momento-

Ella se cómodo más.

-¿te vas a quedar ahí?-

Le pregunté, entre distraído y curioso.

-sí-

Dijo decidida.
Suspiré.
Ella hizo lo mismo.
Se levantó y corrió la puerta transparente del baño.

-¿pero qué...?-

-vamos a hablar-

Better Than Revenge (Zayn Malik y Selena Gomez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora