Better Than Revenge (Zayn Malik y Selena Gomez)

Reina.

Selena:

No sabía si hacía frío, o si lo que sentía era remordimiento o culpa. Estaba consciente de que le tenía que haber avisado a Zayn donde iba, sin embargo, sabía que no me hubiera dejado ir sin hacer un escandalo, si le decía.

Estoy afuera, abre -Selena

Escribí por iMessage.

Hace bastante no escribías eso... -

No molestes, abre la puerta -Selena

Respondí, esperando a que la muy exagerada puerta doraba se abriera. Mis tacones chocaban con la baldosa de la entrada a la casa.

Nueva York estaba llena de hielo derretido por esa temporada. Saber que con quien me habían encontrado en esa ciudad hace bastante tiempo, hacía que sintiera esas estúpidas mariposas imaginarías en el estomago.

Toqué a la puerta tres veces y abrieron.

Seguro no nos habíamos entendido bien, ya que habíamos quedado en ir lo más formales posibles, para que las cosas no se fueran a confundir. Yo me había puesto un enterizo rojo, venia vestida con tacones y el cabello suelto. Por otro lado, el chico en frente mío no estaba para nada formal: tenía una camisa sin mangas, dejando ver todos sus tatuajes, y unos jeans que estaban prácticamente a mitad de su trasero. Cuantas veces le había dicho que eso no se veía bien...

Le di una sonrisa tratando de romper el silencio que se había formado desde que había abierto la puerta, y él me la devolvió. Se hizo hacia un lado, invitándome a seguir. Mis tacones eran el único sonido que se escuchaba.

Su casa seguía igual a como la recordaba. La sala aun tenia los muebles que hace muchos años atrás yo le había ayudado a elegir. La chimenea estaba prendida y había una botella de vino tinto y dos copas en una pequeña mesa frente a ésta. Me acerque al fuego y me senté en un pequeño sillón frente , tratando de brindar un poco de calor a ese frío ambiente. Él se hizo detrás mío, aun parado. Podía sentir el calor que desprendía su cuerpo. 

Escuché como tintineaban las opas, y como el liquido era vertido en ellas. No quité mi vista del fuego, tratando de ver quien sería el primero en romper el silencio. Una mano sujetando una copa entró en mi campo de visión. Sonreí y la agarré con ambas manos. Él finalmente se sentí a mi lado y dio un muy largo suspiro. 

-tiempo sin verte, reina-

Esta vez fui yo la que suspiró, casi con exasperación. Di un largo trago a la copa de vino antes de hablar. 

-Justin, ya habíamos hablado de esto...-