Better Than Revenge (Zayn Malik y Selena Gomez)

Fingir. (Capitulo adicional)

Liam:

Me tomé mi segunda cerveza, mientras terminaba de imaginar ese momento: tenía el presentimiento de que esa noche iba a pasar algo; esa noche iba a ser la noche. Finalmente iba a dejar de ser el imbécil sin novia. Seguramente iba a verla bailar en la pista, tendría un vestido negro y cabello oscuro, ojos verdes, sería morena, oh claro que lo sería, iba a ser una morena hermosa; la invitaría a tomar un trago, y luego le diría cosas bonitas, finalmente le pediría su número, y la invitaría a salir luego.
Sí, tenía todo perfectamente planeado. Debería de ser dulce, muy dulce, y tener una sonrisa hermosa.

Pedí la ultima cerveza: ya estaba decidido a ir a la pista de baile en busca de mi chica soñada; llevaba soltero demasiado tiempo y ya me comenzaba a desesperar esa situación.

Me miré la mano y la cerré.
Mano, tu sabes que te amo, y sé que siempre estas ahí para mí, pero... no me eres suficiente, ya no. Necesito que alguien más me ayude. Aunque, no desesperes, siempre se que te tendré a ti. No es un adiós, es un hasta luego...

Una chica baja, blanca, con cabello claro y lacio se acercó hasta donde yo estaba, hablando por teléfono. Más bien, gritando por teléfono. Gritaba a la persona en la otra línea como si no hubiera un mañana. Su vestido rojo se movía al compás de su cuerpo, el cual era un poco histérico. Yo la había visto, ella era la que nos había invitado: era la prima de la cumpleañera, Camille.

No le presté muna atención, seguro estaba estresada por saber como demonios iba a pagar por esa fiesta. Por lo menos, si yo no fuera yo, también lo estaría.

De un momento a otro, un liquido frío se derramó en mi hombro.

Me volteé a ver, y pude observar como unos fríos ojos azules me escrutaban.

-me has derramado mi coctel-

Dijo ella, con un tono frío. ¿Qué? Si había sido ella la que me había bañado.
Camille dio su último grito al teléfono, algo parecido a "vete a la mierda", y simplemente se sentó en la silla que estaba a mi lado.

Ella subió los hombro y me abrió los ojos, como si yo estuviera dejando pasar algo que era obvio.

-¿qué esperas?-

-¿esperar de qué?-

-¿para pedirme otro coctel?-

Subí una ceja y fruncí el ceño.

-¿perdón?-

-si lo dices de manera más sincera, quizá te perdone-

Dijo ella, observando sus bien manicuradas uñas.

-¿disculpa?-

-mmm, un poco más sincero que eso-

Dijo, agudizando un poco su voz, en la mitad de la frase.

-no te estoy pidiendo perdón, la que me tiró el coctel encima fuiste tú-

Ella subió los hombros, con inocencia.

-lamento decirte que si ves a alguien hablando por teléfono no te pones en su camino-

-pero sí yo estaba sentado-

-sentado en mi camino-

...

Que testaruda. Ésta chica me había bajado el animo.

Gracias, Camille.

Tomé aire, y traté de no olvidar todos los buenos modales que me habían enseñado en mi casa. Suspiré.