Mi Primera Vez? (Terminada)

CAPÍTULO UNO

  24, de noviembre del 2012, diario personal de Sam

Ya casi es medianoche y he terminado de leer mi segundo libro. Tengo mis ojos irritados de tanta lectura, pero que puedo hacer, estoy programada para esto y aunque sólo sea por placer, últimamente he leído bastantes libros sobre literatura contemporánea, más en específicos: novelas románticas griegas y ¡vaya griegos!, el punto es que me han dado en que pensar y de a poco esas cursis novelas de amor me parecen indicar que necesito algo de aventura en vida, sí, sé que aquí en este lugar alejado de la mano de dios no conseguiré muchas, pero al menos tengo a mis amigas.

¿Entonces qué es lo que me detiene a dar el siguiente paso?, eso es lo que trato de averiguar, aunque no es tan sencillo, mi trabajo es bastante bueno; soy secretaria ejecutiva de una importante empresa y mi jefe es un completo dictador. Incluso a pesar de lo que digan, todos los demás, yo amo lo que hago. Este trabajo me mantiene económicamente independiente que es lo importante.

El primer punto importantísimo a tratar en este loco y descabellado plan es que lo haré de la única forma que sé hacerlo, como un informe.

Punto N°1: Ni siquiera he explorado mi propio cuerpo.

1.1- Qué clase de chica no conoce bien su cuerpo hoy en día, digo la masturbación es algo normal, pero soy tan pudorosa en ese tema, eso sin duda debe indicar que quizás hay algo raro en mí, o tal vez ya se me atrofiaron mis neuronas como para estar escribiendo en mi diario.

1.2- Sí, se podría decir que algo de cierto hay en eso, tengo veintiséis años y todavía documento mi vida en un patético diario, es mi manera privada de desahogarme de todos eso absurdos sentimientos que tengo ya que siento que si no lo hago, voy a explotar de alguna forma. Aunque este es diferente de todos los demás con esas tontas ideas cursis del príncipe azul y todo lo demás.

1.3- Sin duda esa idiotez que se nos mete en la cabeza cuando somos niñas realmente es tan patética, y creo que en la mayoría la culpa la tiene Disney: los príncipes azules definitivamente NO existen o al menos no para mí, basta con decir que mi propio pololo era gay, en qué mundo vivía para no haberme dado cuenta, las señales estaban a la vuelta de la esquina y yo ciega sin poderlas ver, ¿qué necesitaba un letrero de luz neón? Sin duda Lissa me salvo de una metedura de pata en grande con ese idiota, aunque reconozco que todavía, hasta este momento lo quiero, no por nada cuando joven lo creí mi primer amor. Ven a lo que me refiero, así de idiota soy.

Punto N°2: Tal vez ya haya llegado el momento de revelarme en contra de mis propios ideales, la virginidad ya no es un tema tabú, pero cuesta reconocerlo mientras los años te van pasando, ¿cómo es que chicas de doce o trece años ya han perdido su virginidad?, yo a esa edad seguía jugando con mis muñecas, muy nerd lo sé, pero me criaron así; y el Internet no era el bum del momento como ahora.

Punto N°3: Quizás, me esté volviendo loca al querer pedirle ayuda a mis dos mejores amigas, está bien las conozco desde hace más de trece años, pero pedirles que me ayuden no será como mucho, en una de esas quizás debo salir un rato con mis amigas, hablar como siempre de las mismas estupideces y pelar a las tontas que nos caen mal y descuerarlas si podemos.

Aunque ahora que lo pienso... Susana puede que no esté tan disponible con todo esto de su recién descubierto embarazo; y Lissa... bueno ahora que está iniciando su propio emprendimiento con Susana como socia, aunque sinceramente dudo que ambas terminen congeniando y se puedan poner de acuerdo en adquirir algo para su tienda, Susana y Lissa se han instalado con un sexshop y tal vez no tengan tanto tiempo para salir.

Debería llamarlas y quedar para salir con ellas la próxima semana. Porque no, ya casi termina el año y la nueva meta para el próximo será ser una nueva y completamente renovada Samanta.