CAPÍTULO CUATRO

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¡No puede ser! Javier acaba de notar que estoy prácticamente desnuda frente a él, ¡dios!, solo a mí me puede pasar semejante situación teniendo a un amigo en mi casa ¿por qué siento que me está mirando como si no me conociera?

― Perdón, es que acabo de salir de la ducha.― Me incomoda un poco el que no deje de mirarme, ¿qué está pensando?, seguro no fue buena idea decir eso.

No sé por qué no salgo corriendo a mi habitación, ¿qué hago parada en medio de mi sala sin hacer nada? ¿Y porque tiene esa expresión rara en su rostro?, Samanta definitivamente tienes de lo que te pidan en esta vida, te pones tú sola en cada situación.

― Me voy a vestir, espérame aquí un rato quieres, no tardaré nada.

― ¿Adónde vas?, no te vayas.― me suplica Javier agarrando mi mano.

¡Ay de mí!, me ha agarrado de la mano. Ahora sí, definitivamente no es buena idea quedarme aquí en toalla y mucho menos estar tan cerca, prácticamente puedo sentir su respiración.

― Javier no creo que sea muy buena idea...― ¿Qué es lo que le pasa a sus ojos?, nunca antes me había mirado así.

― ¡Shhh! Nunca me había percatado de lo verde que son tus ojos.

― Ah, bueno eso es porque nunca me habías mirado así antes.― no puedo evitar sonrojarme, siento de alguna manera que no debí decir eso. ¡Dios!, ¿Qué me pasa?― Intento zafarme de su agarre, pero es imposible. Solo sirve para que me acerque más a él.

Sé que no me hará nada si yo no quiero, pero el problema es que no sé lo que quiero. Javier es muy mono y todo lo demás, muchas de mis compañeras babean por él, pero acaba de romper con su novia, no puede estar pensando en meterse con otra ¿o sí?

― Samanta ¿por qué tan escurridiza?, quédate un rato más aquí conmigo.

― Solo tengo algo de frío y quiero ir a vestirme, eso es todo.

― Entonces ¿por qué noto tu pulso tan agitado?

― Este... yo...― ¿Agitado? Sam no puedes hiperventilar ahora.

― Sabes lo que creo, qué quieres acercarte más.― me susurra al oído, mientras me aproxima más a él.

¿Por qué su voz sonó tan grave? ¿Qué es lo que está haciendo Javier conmigo?, siento que mis pies no me responden.

― Javier, no creo que sea prudente hablar mientras estoy aquí helándome de frío, deja que vaya a vestirme y luego bajo ¡sí!― Porque si no pongo algo de distancia entre nuestros cuerpos, no sé de que sea capaz de hacerme con esa mirada.

― No creo que quieras eso en este momento.― me dice sujetándome más entre sus brazos.

¿Qué es lo que me pasa?, debería estar aterrada de lo que podamos realizar con nuestra amistad si esto se pasa de nuestras manos, ¿por qué siento que nada me responde?, decido cerrar los ojos, quizás si finjo que esto no está pasando, todo vuelva a ser como antes, en cambio siento que me muevo, pero yo no estoy moviendo mis pies. Al parecer Javier interpretó el cierre de mis ojos como una aceptación.

No me explico cómo es que llegué al sofá, esto está muy mal, no puede pasar nada entre nosotros, no me puede estar pasando esto a mí, ni siquiera me gusta Javier, lo encuentro atractivo, pero no me gusta; y ahora él parece haberse fijado en mí.

Bueno acaba de romper con su novia. Quizás, no tenga todas sus ideas claras, pero porque tomarme a mí como consuelo, yo no puedo dejarle hacer esto, mañana nos arrepentiremos. Aunque Javier no sabe que todavía soy virgen, quizás está sea también mi oportunidad; ¡no! En que estoy pensando.

Mi Primera Vez? (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora