CAPÍTULO DIEZ

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El resto del día pasó sin mayores inconvenientes, en la preparación del cóctel de cumpleaños que duró menos que el de años anteriores, mi madre estaba pendiente de mí a cada instante, no me dejo hacer absolutamente nada; por más que le explique que ya estaba bien, sin duda al ser su única hija se preocupa más de lo normal. Claro que no niego que estoy deseando acostarme para pensar en lo que pasó estos dos últimos días.

Después de abrir los regalos todos se fueron a su casa menos mi mamá y mi abuela que se quedaron a dormir como siempre cuando es Navidad. Mi recuento de regalos fue: tres libros, unos aros, un perfume y joyero. Quién se hubiera imaginado que me iban a regalar libros este año. Nunca nadie desde que cumplí los diez años me ha regalado libros, aún no sé que me regalaran mis amigas, siempre dejamos nuestro intercambio para el día veinticinco cuando nos reunimos en casa de Lissa.

― Hasta mañana hija que duermas bien. Todo estuvo muy lindo, aunque no era necesario que hicieras nada, yo lo hubiera entendido.

― Gracias, pero no fue nada. Además, Lissa y Susana apenas me dejaron hacer algo.

― Recuérdame que les dé las gracias mañana. Bueno no te acuestes muy tarde.

― Sí mamá.

― Y deja esos libros para después de tus vacaciones. No me pongas esos ojos que te conozco, recuerda que yo te tuve.

25 de diciembre del 2012, Diario personal de Sam

01:30 am.

Nuevamente escribiéndote de madrugada, bueno no tanto, acabo de terminar de echarme crema en el cuerpo, la cinta con la que adhirieron los electrodos a mi piel, para evitar que no se cayeran mientras dormía, me dio alergia. Sí, muy delicada lo sé.

No sé cómo decirte esto, pero hoy me comporte de manera deplorable con Erick, sé que él quería ayudar y tengo algo de remordimientos, sinceramente, dudo que me vuelva a hablar, particularmente por la forma como lo eche del hospital. Sigo creyendo que él no debería meterse en mi vida. ¿Cómo decirle que para mí no es ningún juego? Las cosas no son tan simples, aunque me cueste reconocerlo a su hermano; que es mi jefe le atraigo y el que yo tenga una relación con Erick sería un problema con mayúsculas.

¿Dime qué hago? ¿Qué se hace en semejante situación? Tal vez no encuentre las respuestas hoy, pero peor sería que mi jefe se enterara.

*****

¡Bip! 07:00 am. Espero que estés despierta porque voy a tu casa, besitos Sussy.

¡Bip! 07:01 am. ¿Te das cuenta de la hora que es??

¡Bip! 07:05 am. Yo estoy despierta desde las 6, dejen de ser tan flojas que tenemos un gran día.

¡Bip! 07:15 am. Susana deja descansar a Sam, vuélvete a dormir Zzz.

Las alertas de los mensajes me llegaban a través de la nebulosa que era mi mente, no logre dormir mucho. En realidad me pase la noche entera despierta junto a la ventana, sentada en el sofá, envuelta en la manta que conservo desde niña.

Sigo dándole vuelta a toda esta situación con Erick, ¿qué debo hacer? ¿Podré dejarme seducir por Erick? Y quizás pasarlo bien durante; ¿Qué? Algunas semanas y después qué hago, ni siquiera sabría cómo actuar. Estoy segura que no soy como alguna de sus amantes anteriores, si es que había alguien en su historial, porque no sé absolutamente nada de él. Además, quien me dice que no es como su hermano que pasa de una mujer a otra como quien cambia de calcetín. ¿Qué era lo que Erick buscaba? Una aventura ¿era eso lo que Erick se proponía?

¿Qué debía creer? ¿De verdad la encontraba atractiva? No soy tan tonta como para creerme el cuento de que soy una mujer bella, me da vergüenza hasta compararme con bellezas como Susana. ¿Quizá él estaba bromeando? Quizás, sus inseguridades la estaban volviendo vulnerable, sacudió esas ideas de su cabeza. Había perdido el sueño de toda una noche en esos pensamientos y lo único que había conseguido era llegar a una sola conclusión: no entendía a los hermanos Samaniego.

Mi Primera Vez? (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora