No puedo creer que esté nuevamente en la consulta del médico, estoy toda sonrojada sentada frente al doctor Rivera, tengo ganas de gritar, llorar, incluso de quebrar algo, los resultados no son lo que yo esperaba. Tengo Taquicardia Sinusal Inapropiada, lo que significa que debo seguir un tratamiento, mi corazón no arrojó buenas lecturas en el Holter.
El doctor me explica que la edad de presentación oscila entre los 15 y 45 años, por lo que estoy dentro del rango, además me explica que afecta primariamente a las mujeres. Su explicación me hace sentir como si hubiera sacado el número premiado. Me informa como si estuviera hablando con una niña y no con una mujer, me asegura de que poco a poco iré identificando los síntomas. Estoy demasiado irritable en este momento, no quiero decir alguna pesadez al doctor, pero en verdad que me está exasperando. Tanta palabrería para decir que en general todos los síntomas son desencadenados por un estrés físico o psicológico.
En sus palabras tengo que estar alerta si advierto algunas palpitaciones con más frecuencia de la normal, fatiga, dificultad respiratoria, mareo, intolerancia al estrés ortostático, dolor torácico atípico, cefalea, mialgias y ansiedad generalizada. En otras palabras, según yo, debo buscar otro trabajo o simplemente no trabajar en lo absoluto. Ya que absolutamente todo me estresa, aunque eso explicaría un poco sobre porque me dolía el pecho algunas veces o sentía mareos cuando subía las escaleras.
Sin duda salgo premiada, debido a la variedad y las características de los síntomas, pero por suerte fue detectada a tiempo, la mayoría de las pacientes son diagnosticados por enfermedades psiquiátricas primarias, lo que puede obstaculizar el que sean enviados al cardiólogo de manera temprana por lo que tiene un impacto significativo en el inicio de la terapia y, por ende, en la calidad de vida del paciente. En resumen adiós a la aventura.
Tendré que seguir controles médicos, con lo mucho que me gusta andar de un lado para otro viendo médicos, me recomendó que viera a un neurólogo y tengo suerte de que él sea cardiólogo, puedo decidir si seguir el tratamiento con él o si quiero puedo ver a otro. Como si voluntariamente fuera a escoger iniciar todo de nuevo con un nuevo doctor, eso no va a pasar jamás. Debo iniciar el tratamiento de manera paulatina para que las pastillas logren la disminución y el control de mis ritmos cardiacos.
― Samanta, sé que puede parecer que el tratamiento no esté realizando efecto, pero debes tener paciencia, esto es algo normal.― Me indica el doctor Rivera.― Poco a poco la dosis irá haciendo efecto, por lo que llevar una vida normal no te será ningún problema.
― ¿Cuánto tiempo tendré que seguir este tratamiento?
― Vamos a evaluar la respuesta de tu organismo al tratamiento y trabajaremos en ello a medida que vayas progresando, pero Samanta este no es un tratamiento que puedas dejar así como así, deberás aprender a vivir con esto siempre. Por ahora empezaremos con controles cada tres meses los que iremos espaciando de acuerdo vaya pasando el tiempo.
― ¿Me está diciendo que debo tomar estas pastillas toda mi vida? ― Esto no es lo que esperaba, yo ni siquiera cumplo los treinta, mi corazón no puede hacerme esto.
― No creo que haga falta recalcar la importancia de que sigas con una alimentación saludable. Nada de muchas grasas que puedan afectar más a tu corazón, beber alcohol fuerte o cigarros.
Siento que todo esto es demasiado irreal, nunca he sido mucho de beber en exceso, pero compartir uno que otro trago con mis amigas y familiares lo hago muy poco, ahora eso ya no es posible, por lo último no es necesario ya que nunca he fumado.
Me quedo con la misma sensación de antes de saber los resultados, la de que me han robado una parte de mí.
― Doctor Rivera puedo hacerle una pregunta.
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Mi Primera Vez? (Terminada)
RomanceSamanta está cansada de seguir siendo virgen a sus veintiséis años, por lo que ha tomado una loca decisión y armada con sus dos mejores amigas iniciaran una campaña que le ayudara a dar el siguiente gran paso sin que le rompan el corazón en el proce...