El origen de está historia no es clara, veamos podemos desentrañar.
En las primeras menciones a esta leyenda, no se habla de ratones en ninguna parte, solo de niños que por alguna razón siguieron a "alguien" y nunca volvieron a sus casas.
En un vitral de la Iglesia del Hamelín por el año 1.300, se muestran los niños siguiendo a un hombre que toca una flauta, aunque fue destruido en el siglo XV, varios documentos lo nombran.
Se piensa que el vitral fue hecho en recuerdo de algún suceso trágico que pasó en el pueblo. Sin embargo, a pesar de numerosas investigaciones, no se ha podido encontrar ningún documento antiguo que de luces sobre que pudo pasar en realidad.
Las teorías más fuertes que se supone que inspiraron está historia son cuatro:
— Los niños por alguna razón murieron en el río Weser, que pasa por la ciudad de Hamelín o fueron enterrados por algún deslizamiento de tierra.
— Algunos niños fueron víctimas de alguna enfermedad que los habitantes consideraron peligrosa y contagiosa, por lo que fueron conducidos fuera del pueblo para proteger a los demás habitantes.
— Los niños o jóvenes dejaron el pueblo para tomar parte en alguna peregrinación o campaña militar, y nunca regresaron con sus padres.
— Los niños, que en este caso serían jóvenes, abandonaron voluntariamente Hamelín para colonizar alguna parte de Europa. Efectivamente, numerosos poblados fueron fundados en esta época en el este del continente, por colonos de origen alemán. De igual manera, el flautista en este caso sería su jefe. Esta teoría es la más aceptada, ya que es la que cuenta con una documentación más sólida. Hay que considerar que la palabra alemana Kinder haría referencia no sólo a los niños, sino de manera más genérica a "los hijos del pueblo".
Un tal Decan Lude, originario de Hamelín, dijo que poseía, por el año 1384, un libro que tenía una estrofa que aportaba el testimonio de alguien que había visto con sus propios ojos el suceso. Lude aseguraba que esta estrofa era obra de su abuela. Este libro se perdió unos siglos después.
Esta estrofa parece haber llegado hasta nuestros días por una inscripción del año 1602, que se encuentra en Hamelín, y dice:
En el año de 1284 en el día de Juan y Pablo
siendo el 26 de junio
por un flautista vestido con muchos colores,
fueron seducidos 130 niños nacidos en Hamelín
y se perdieron en el lugar del calvario, cerca de las colinas.
Esta parece ser la mención más antigua del hecho.
Por otro lado, existe una ley-costumbre largamente establecida en Hamelín, que prohíbe cantar o tocar música en una calle particular de la ciudad, por respeto a las víctimas del legendario acontecimiento: la llamada Bungelosenstraße, adyacente a la "Casa del Flautista". Durante desfiles públicos con música, incluidas las procesiones matrimoniales, la banda musical deja de tocar al llegar a esta calle y continúa con la música una vez que la ha atravesado.
Otra versión de la historia dice que los niños entraron en un cerro y éste se cerró sin posibilidad que los pequeños pudieran volver a sus casas.
Mucho tiempo después se agregó lo de las ratas, el dinero y que por no pagar el trabajo, el flautista se llevo a los pequeños para siempre.
FIN
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Las verdaderas historias detrás de los cuentos e historias para niños
RandomSi no quieres quedar traumado, no entres, aquí pondré las versiones de los cuentos de hadas que por la gracia de los autores modernos ahora todos "conocemos", y que terminan con el tan sabido "y vivieron felices para siempre".