La Princesa y El Sapo

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Nada de Príncipes que toquen música, o meseras que no son princesas, ni ningún beso, está es la verdad historia de la Princesa y el Sapo:

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Nada de Príncipes que toquen música, o meseras que no son princesas, ni ningún beso, está es la verdad historia de la Princesa y el Sapo:

Había una vez una princesa que jugando en el jardín de su castillo, por accidente se le cayó su pelota de oro al agua. Se puso a llorar y para consolarla apareció un sapo que le dijo que podía devolverle su pelota pero debía prometer que si lo hacía ella lo llevaría a su casa para comer de su mesa, de su plato de oro, y dormir en su cama.

Ella aceptó, apenas el animal salió del agua con el juguete, ella tomó la pelota, corrió al palacio feliz y olvidó la palabra comprometida.

Esa noche, el sapo llegó a la puerta del castillo, golpeó y golpeó mientras a viva voz le recordaba lo que le prometió la princesa. El rey preguntó a su hija si era verdad lo que decía el anfibio, ella lo reconoció a regañadientes  y su padre la obligó a cumplir su palabra.

Esa noche el animalito reposó en las rodillas de la niña, y comió de los platos, pero a ella le dio tanto asco que no quiso comer nada, ya pasadas unas horas debían irse a acostar.

La princesa corrió para llegar antes y dejar al sapo afuera, creyó haberlo logrado, pero el anfibio estaba ya entre sus sábanas, por eso lo tomó y lo tiró contra el suelo, justo en ese momento se convirtió en príncipe, (menos mal que está parte la cambiaron, sino se imaginan a las jovencitas apaleando sapos para convertirlos en Príncipes :-S) ya que una "malvada" (no dice nada más sobre esa bruja o hechicera, que debe haberlo sido sino como lo transformó en anfibio) lo encantó convirtiéndolo en ese ser (tampoco dijo el motivo).

Toda la noche el joven le contó a la princesa sus desventuras, al amanecer apareció una carroza de la realeza por su aspecto, que  se detuvo a las puertas del palacio. En ella venía el sirviente del príncipe, de nombre Enrico, que fue a buscarlo para llevárselo a su Reino. Pero el joven estaba enamorado de la princesa, y luego de pedirle permiso al rey para casarse con ella, se la llevó para concretar la ceremonia en su boda en el hogar del joven.

Cuando iban en camino se escuchó un crujido muy fuerte, el príncipe creyó que se rompió una rueda, pero Enrico le dijo que era el sonido de la alegría, ya que cuando fue convertido en sapo, el sirviente tuvo que amarrar con muchas cintas su corazón, porque se le rompió al verlo así, y ahora que por fin volvió a su forma normal los listones de género se hicieron añicos de felicidad.

FIN

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