Capítulo 9: Apuesta

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Lugar:  Hotel

Pasadas unas horas, Yuri no podía conciliar el sueño, se levantó y se dirigió a la pequeña Sala de estar del cuarto de hotel, Blanca estaba en su computadora,  vaciando los datos,  Yuri se sentó frente a él.

—¿Y tu hijo?— preguntó.

—Duerme, lo envié a la cama temprano,  tu también deberías dormir— le dijo el mayor.

—Simplemente no puedo,  no puedo dejar de pensar en Víctor— dijo en voz baja,  Blanca le Miró por encima del computador.

—Mañana temprano lo buscaremos— responde Blanca,  un ruido se escuchó de la habitación,  gritos, Yuri se levantó asustado,  Blanca dejó la computadora en el sofá y corrió hacia ese lugar seguido por Yuri, era Chris.

El joven estaba sudando y muy agitado,  gritaba y lloraba dormido. Yuri observó la escena confundido,  Blanca se dirigió a la cama a lado del rubio,  le sujetó los hombros y acarició el cabello.

—Ya... Ya... Shhhhh— decía despacio mientras le abrazaba.

—Ma.... Mamá... — lloraba el menor,  Yuri no pudo evitar sentir angustia,  se acercó también tratando de calmarlo, hasta que finalmente volvió a dormir en silencio.

Blanca le cubrió con la cobija y se levantó de la cama, viéndolo dormir otra vez

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Blanca le cubrió con la cobija y se levantó de la cama, viéndolo dormir otra vez.

—¿Qué fue eso? — preguntó el japonés.

—Una pesadilla, solo eso— dijo serio Blanca.

—¿Ocurre muy seguido?—.

—Todas las noches, sin falta— respondió Blanca.

—Ash,  ha pasado por muchas cosas... — Yuri le miró confundido.

—¿Ash? ¿No se llamaba Chris?—.

Blanca salió de la habitación y Yuri le siguió.

—Señor Katsuki,  ¿Sabe guardar un secreto? — le dijo el mayor,  Yuri asintió.

—Chris,  no es mi hijo biológico, lo adopté hace un tiempo, su antiguo nombre era Aslan, "Ash"— Yuri le miró fijamente.

—Debí suponerlo,  no se parecían. —

—Ash,  pasó por muchas cosas antes, cosas terribles, me culpo a mi mismo diariamente por no haber hecho nada al respecto cuando tuve la primera oportunidad,  ahora sólo quiero que él sea libre—.

—¿Hacer esto lo liberará? ¿Hacer cosas tan peligrosas como perseguir delincuentes? — preguntó el japonés confundido.

—Tal vez si,  tal vez no, quien sabe— sonrió —No dejaremos que nada le pase a un inocente,  Señor Katsuki, le prometo que traeremos al señor Nikiforov de regreso, confíe en mí— Blanca puso su mano en el hombro del japonés.

ALIADOS: HEREDERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora