Capítulo 9.

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No, aún no podía creer lo que estaba psando. Ella ya no estaba para mi y no podía dejar de repetirlo una y otra vez en mi mente. Y más que todo, me sentía causante de su partida.

Flashback.

¿Emma? 一Breanna se adentró en mi habitación con cautela, estaba dormida así que al escuchar su voz, salí del ligero sueño.

一¿Breanna que ocurre? 一me levanté de golpe y caminé hasta ella preocupada 一¡Breanna contestame! 一chille y miré sus  mejillas mojadas. 

一E-emma... 一repitió mi nombre, sostenía el teléfono en sus manos y me lo extendió. 

一¿Zeth esta bien? ¿Le ha pasado algo a los chicos? 一pregunté claramente exaltada y ella sólo negó mientras intentaba limpiar algunas lágrimas.

一¿Emma? 一al otro lado de la línea, se pudo escuchar la voz quebrada de una mujer mayor.

Angela. Mi abuela. Esa era su voz.

一¿A-angela? 一susurre, no era capaz de llamarla "abuela". Nunca había tenido mucho contacto con ella así que nada era sencillo para mi.

一Hija... 一dijo en forma de cariño y supe que todo esto era por mi mamá. 

Algo había sucedido con ella.

一¡¿Qué ha pasado? 一chille aterrada de lo que podía contestarme Angela.

一T-tu mamá... tu mamá no está bien linda... 一logró explicarme. No entendía nada, eso simplemente no podía estar pasando.

¡Eso era una maldita mentira! ¡Mi madre estaba sana y salva!

一N-no, eso no es cierto 一murmure, subía mirada y Breanna estaba recostada en la pared sumida en un llanto.

Si ella estaba así, era porque la situación era sumamente grave.

一Angela, necesito que me explique ya... ¿Qué ha pasado con mi madre? 一susurre e intenté ser fuerte, seguramente lo que me diría no seria sencillo.

一Tú mamá ha tenido una sobredosis de anti-depresivos... 一Angela estallo en llanto y el teléfono se resbaló de mis manos estrellandose con el suelo.

Fin del flashback.

Estaba acurrucada en mi cama, mis mejillas claramente mojadas y sumida en la oscuridad de mi habitación. No quería escuchar la voz de los chicos diciendome "Todo esta bien" "No pasa nada Emma". Esas palabras no eran más que viles mentiras para intentar calmarme. Claro que esas palabras de "apoyo" no solucionarían nada.

Mi madre, la dulce mujer que en la gran parte del tiempo, estuvo a mi lado para escucharme y protegerme. La única persona que pasara lo que pasara, seguía a mi lado o siquiera lo intentaba. La única persona que podía perdonar una y otra vez mi idioteces y seguirme amando y cuidando.

Jamás podré olvidar las risas que disfrutamos juntas, y mucho menos todos los momentos felices que ella causo. Tampoco lograré olvidar que en un momento de mi vida, me abandono. Pero eso era lo de menos porque de verdad la quería. 

¿Quién lo diría, cierto? Que una mujer tan hermosa y fuerte, llegará a cometer cierta locura. Mi mamá había tomado tantas decisiones erroneas, pero aún así podía perdonarla.

一Tampoco olvidare la última vez que llamaste y sólo te maltrate... 一susurré y abracé con más fuerza la almohada que tenía cerca.

Las lágrimas aumentaron. Un dolor intenso de cabeza se hizo presente y debía correr a tomarme una aspirina, pero en realidad no quería hacerlo y toparme con todas esas miradas tristes mirandome. Prefería soportar el dolor a tener que levantarme.

Días después (libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora