Días después (libro 2)

Capítulo 27.

Deseos de recostarme en una cama, y no pararme en horas. Eso era en lo único que podía pensar, era lo único que quería en ese momento. Mi espalda estaba tensa, me rogaba un poco de descanso pero no hasta que la casa estuviera vacía.

一Hay más de 80 personas aquí Em, tardaremos demasiado. Mucho más con las personas drogadas, dormidas o... quizás hasta muertas 一explicó Jane, la mire aterrada cuando pronuncio la palabra "muertas". 一¿Qué? Últimamente todos mueren de sobredosis 一alzó sus hombros.

Sabía cuales eran los pasos que debían seguirse para arruinar una fiesta. Podría iniciar un incendio, igual que ocurrió en una de las fiestas que recurrí. Una de las tantas que nunca olvidare. Pero no era posible, no destruiría la casa donde viviría.
Así que... primero lo primero. Caminé entre tantos drogadictos, pervertidos y alcoholicos entre la casa para llegar hasta la música, apenas llegue desconecte el reproductor a punto de explotar debido al máximo volumen.

一¡Pon la música otra vez niña rubia! 一gritó una pelirroja con pocas prendas de vestir en su cuerpo. Quizás lo que ella llamaba "top" se desvanecería en cualquier instante. Su cabello, me recordo a Olivia.

一The party is over! 一gritó Adam, todos abuchearon y poco a poco vi salir cuerpos de la casa. Gracias a Dios, todos con vida.

一Faltan los chicos que seguramente están en las habitaciones, ire por ellos. Limpien este desastre 一les avise y todos comenzaron cuando el lugar quedo vacío.

Busqué las demás habitaciones, entre a la última, vi a una chica castaña, su mirada estaba perdida en el lugar y sus ojos tan hinchados que sentí tristeza. Me acerque pero se percato de mi presencia y tan rápido como pudo comenzo a vestirse. La cama estaba vacía, no había un chico a su lado... solo ella y su maquillaje corrido por razón desconocida.

一¿Estas bien?

一No hagas preguntas. No te interesa en realidad, no hace falta aparentar 一su voz retumbo en mi cabeza, ese comentario dolió. ¿Cómo una simple pregunta podía molestarle tanto?

一Estas en mi habitación. Literalmente destruída, incluso sola entre mis sabanas. ¿No merezco una respuestas?

一¿Sinceramente? no. No es de tu incumbencia nada sobre mi 一terminó de colocarse sus botas negras de cuero y salió.

一No puedes ir por ahí fingiendo que nada te importa. Porque tu misma sabes, que si lo hace. Creeme, se de que te hablo.

一Bien, pero seguire haciendolo porque me aleja de el dolor. Mis mentiras, son lo que me mantiene a salvo.

Al ella decir esas palabras, sabía que no estaba entre mis manos salvarla de ella misma. O eso era lo que parecía, pero como muchos dicen "no hay que juzgar solo una cara linda"... algo así decían en los TV Shows viejos. Ella solo desapareció de la casa, sin decirme su nombre o que le pasaba en su vida; quería ayudar. Su rostro reclamaba atención. Pero no la mia exactamente.

一¿Vieron a esa chica salir?

一No Em, ¿salió alguien?

一Si, castaña, ojos hinchados ¿nadie?
一negaron. Estaba convencida de que ella había estado en mi habitación, ¿cómo había salido sin que nadie notara su presencia?

一La vi, mayas negras, botas de cuero, maquillaje corrido 一la describió Zeth tal cual era la chica. Solo él y yo la habíamos notado.

6:00 a.m. No había dormido por estar recostada a una pared contandole a los chicos tantas cosas que vivimos, me divertía viendo la expreción de Jane muerta de la envidia.

一Ya vengo chicos 一siguieron conversando, camine a la cocina y busque un encendedor. Mire a un lado, allí estaba una caja intacta de cigarros Marlboro. Coloque la caja en mi bolsillo, ya estaba amaneciendo quería apreciar la hermosa vista del sol salir nuevamente. Aunque el sol se ocultara durantes horas, tarde o temprano regresaría. Encendí el cigarrillo, observé lentamente como lo consumía dandole lentas caladas que me sastifacian. Duré allí minutos hasta que el sol se detuvo iluminando toda la ciudad, decidí que ya debía dormir igual que los chicos.