Días después (libro 2)

Capítulo 14.

Me levanté en medio de la madrugada cuando sentí que algo no estaba bien, típicos presentimientos de siempre.

Retiré las mantas que tenía puestas (debo confesar, que había sentido frío mientras dormía) y me levanté para asomarme por la ventana que aún seguía abierta. Todo estaba silencioso como siempre y no había nada distinto. Excepto, que la camioneta en la que habíamos llegado ya no estaba estacionada frente a la casa.

一¡Joder Mathew despierta! 一chille y corrí hasta él para removerlo.

一¿Qué tienes Emma? Dejanos dormir 一gruñió Breanna y me empujó. 

一Algo esta mal 一murmure. Escuché algo crugir fuera de la casa y eso me alarmó más aún. Ok, ya me estaba poniendo histérica 一Nos han robado la camioneta Mathew 一le avise al darme cuenta de que me estaba escuchando.

一Mierda 一con rapidez se quitó las mantas y salió de la casa por la ventana para revisar.

Breanna y yo esperamos a que Mathew volviera para que nos dijera que teníamos que hacer. Cuando regreso, nos comentó que alguien se la había llevado obviamente y si lo habían hecho no nos seguía algo bueno. Lo mejor era marcharnos y llegar a la civilización para poder tomar un taxi o algo así. 

一Bien, el "campamento" no duro mucho 一suspiró Breanna mientras doblaba su manta para guardarla en la mochila.

一Vaya, regresaré a casa sin la camioneta 一murmuró Mathew, parecía que hablaba con él mismo y no con nosotras 一Papá va a matarme.

一Oh 一susurró Breanna y yo comencé a reír a carcajadas.

Guardé mis cosas y al terminar uno por uno salió de la casa. Adiós casa abandonada. Al menos puede conocer un lugar distinto y hacer una especie de campamento, pero era cierto lo que Mathew decía. Si nos quedabamos más tiempo en la casa, las personas que se llevaron la camioneta podrían regresae y hacernos daño o quitarnos nuestras cosas. Quizás hasta nos quitaban la ropa que llevabamos puesta y la vendían más adelante.

一Debimos llamar a casa para que vinieran a recogernos 一dijo Breanna agotada, solo llevabamos caminando entorno a unos tres minutos y para llegar a la ciudad andando serían unos treinta.

一Estas de chiste, si su familia se entera de que las traje a este lugar me asesina. Y a ustedes igual 一le respondió Mathew preocupado.

Luego de unos minutos caminando y que ningún automóvil fuera capaz de detenerse para llevarnos a la ciudad, decidimos que se haría de día y nosotros aún estaríamos caminando sin tener seguro que era la dirección correcta. A lo lejos observé unas luces potentes, parecía que una camioneta venía en la carretera. La música de la radio de la camioneta venía a todo volumen y se escuchaban gritos de chicos que a juzgar por las voces estaban en estado de ebriedad.

一Creo que es mejor que nos adentremos en el bosque 一les pedí, eso sería los más seguro. La vida me ha enseñado que no puedes fiarte de nadie, y ya de tantas veces que he estado caminando en medio de la nada esta más que claro.

La camioneta iba en su velocidad máxima mientras se acercaba a nosotros y los chicos que la conducían no llevaban control alguno de ella. Y claramente, era la camioneta de Mathew la que ellos tenían. 

一¡Hijos de puta! 一gritó Mathew lleno de furia y salió de donde estabamos escondidos para ir a gritarle insultos a los chicos que habían hurtado su camioneta.

一¡Mathew vuelve ahora mismo! 一rogué y él se negó a volver. La camioneta comenzó a detenerse frente a Mathew y él no parecía estar ni un poco asustado.

一Esperame aquí Breanna 一me quité la mochila y poco a poco me acerqué a Mathew.

Lo que estaba pasando en ese momento era simple. Mathew estaba decidido a enfrentarse a exactamente tres chicos borrachos y llenos de droga. Si robaron algo no dudarán en asesinar a Mathew con sus propias manos.