Ella amaba cada partícula de él, amaba su cuerpo, sus manos, su rostro, sus ojos totalmente negros, sus labios, su voz que cada vez que la escuchaba la hacia transportar a otro mundo. Ella nunca se atrevió a acercase demasiado pues creía que el jamás se fijaría en alguien como ella. Ella era muy linda pero aun así no se consideraba como tal.
Él amaba cada virtud y defecto de ella, amaba como aparentaba ser tan fuerte pero cuando estaba cerca de ella, solo él podía ver como cada barrera que ella tenia se derrumbaba a su alrededor, podía ver como sus ojos brillaban cada vez que sus miradas conectaban, amaba esa timidez tan grande que salía de su ser cuando estaba delante de él y como con las otras personas es valiente.
Amaba cada vez que se enojaba por cosas simples o como se comportaba tan inmadura a veces. El siempre se preguntaba qué era lo que realmente ella sentía por él, no estaba seguro, pero había algo de lo que él si estaba seguro, es que le gustaba y mucho, que no podía sacarla de su mente, que invadía cada recuerdo de su cabeza sin pedir permiso.
Ellos se añoraban se perdían en sus miradas, pero ninguno de los dos se atrevía a confesarlo, cada uno quería expresar por medio de su mirada cada sentimiento que llevaban dentro, toda la atracción que sentían. Pero ninguno de los dos se daba cuenta de ello.
Eran dos almas que se conectaban como un rompecabezas, pues él tenía un alma de fuego y ella un alma de hielo, pero ninguno de los dos aceptaba sus sentimientos y no dejaban que se conectaran como un imán, no dejaba que se volvieran una sola alma. No dejaba que sus pieles se conectaran ni sus labios se rozaran ni que sus miradas estuvieran a centímetros y se dijeran todo lo que sentían por el otro.
Ella quería leerle el alma, pero el estaba tan cerrado que lo veía imposible.
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Lee Mi Alma
Teen Fiction-Eres un imbecil de los peores -Tu una ciega que no ve lo que sienten por ti -Solo dilo!!!- sentia mis mejillas rojas de la rabia -Amo cuando te sonrojas de la rabia Solo pude sentir como sus labios tan duaves se posaban en los mios.