Sam
No podía creer que mi madre la mujer más amable de este mundo estuviera en mis brazos cubierta de sangre, ¿Quién pudo haberle hecho esto?
Vi al lado de la nevera un cuchillo grande cubierto de sangre.
Cogí mi celular enseguida y marque su número sin pensar
-Se supone que no querías hablar conmigo – me respondió Ryan algo confundido
-Ryan por favor ven a mi casa, te necesito. - le dije con la voz temblorosa, aun así, no había derramado ninguna lagrima.
El shock era tan grande que no había podido derramar una sola lagrima
-En un momento ahí.
Después de colgar llame inmediatamente a mi padre, le dije que fuera directamente al hospital para no perder tiempo. Jamás había visto a mi padre tan preocupado, pude notar su voz quebrada.
escuche que tocaron el timbre y como abrían la puerta.
-ESTOY AL FONDO EN LA COCINA – le grite a Ryan para me encontrara.
Cuando entró a la cocina vi su cara de asombro y como se ponía pálido.
-Ryan por favor ayúdame, no sabía a quién más llamar, por favor ayudameee!!
-Sam tranquila, no te voy a dejar sola- esas palabras fueron suficientes para traer algo de tranquilidad a mi pecho.
Ryan levanto a mi madre en sus brazos y salimos rápidamente de la casa.
Me subí en la parte de atrás con mi madre, sentía que me iba a desmayar en cualquier momento, presione su herida con un pañuelo que había sacado antes de salir. Su herida no paraba de sangrar.
Ryan manejaba a gran velocidad, en cualquier momento nos iba a matar, pero confiaba en él, así que solo me concentre en mi madre. Mi cabeza se estaba llenando de todos los recuerdos que tenía con mi madre, las veces que me había quedado dormida en sus piernas cuando era niña, cuando me cocinaba mis galletas de chocolate favoritas.
-Mama tienes que ser fuerte, te prohíbo que me abandones, no me puedes dejar sola- sentía como mi mundo de estaba cayendo a cada segundo que pasaba.
Su rostro se veía tan pálido, tan demacrado y todo su abdomen cubierto de sangre, no soportaba verla así.
Al llegar a la clínica Ryan tomo a mi madre y corrimos lo más rápido posible
-AYUDA, necesito un médico, ha perdido mucha sangre.
Al instante unos enfermeros vinieron con una camilla y la recostaron, corrieron por todo el pasillo hasta una puerta de vidrio donde me detuvieron.
-Señorita haremos todo lo posible para salvarla, pero no puede seguir – me dijo un señor de unos 40 años que iba con mi madre.
-Se fuerte mamá, no me dejes sola- solo pude decir eso, viendo como su vida estaba en un hilo.
Al girarme vi a mi padre y mi hermano corriendo hacia mí.
Mi padre traía el rostro cubierto de lágrimas y mi hermano tenía los ojos totalmente rojos, pero sin un rastro de lágrimas. Por mi lado no había podido derramar una sola lagrima, tenía que ser fuerte por mi padre y mi hermano. Y sé que mi mama saldrá muy bien de aquí.
-Hija ¿qué fue lo que paso? – mi padre me agarro por los hombros
-Yo solo fui a casa y cuando entre a la cocina ella estaba en el piso cubierta de sangre
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Lee Mi Alma
Teen Fiction-Eres un imbecil de los peores -Tu una ciega que no ve lo que sienten por ti -Solo dilo!!!- sentia mis mejillas rojas de la rabia -Amo cuando te sonrojas de la rabia Solo pude sentir como sus labios tan duaves se posaban en los mios.