Capitulo 12

26 6 0
                                    

Sam

Luego de haber soportado otros minutos a Ryan por fin me dejó en paz.

Al momento de terminar de hablar con él, llamé inmediatamente a Lore. Apenas me contesto le hablé.

-Lore, creo que si me gusta.

-Eso ya lo sabía, estaba esperando que lo aceptaras, porque eres demasiado terca – no me puede conocer mejor – Pero MIERDAAA TE GUSTA RYAN – gritó al otro lado del teléfono.

-Cállate Lore, o ¿quieres que todo el país se entere?

-Esto solo se ve una vez en la vida, no debería ser solo el país, debería ser mundial – dijo Lore estallando en risas.

-No sé cómo sentirme al respecto, estoy confundida. Esto no va a llegar a ningún lado.

-Cálmate Sam, solo deja que las cosas pasen, no te aceleres, solo deja de tratarlo tan mal y quizás el deje de joderte y sean amigos.

-Ya no quiero pensar en eso, dejémoslo ahí. ¿tu cómo vas con Tyler?

-Me gusta demasiado, pero creo que es demasiado obvio que no le intereso ni un poquito. Estoy algo confundida, siempre he estado interesada por él, pero últimamente hay alguien que me ha hecho sentir diferente.

- ¿Qué? Dime quien es, ¿Por qué no me habías contado nada?

-No sé cómo reaccionaras, además no hay nada, solo hemos salido un par de veces.

Muy dentro de mí, presiento que es alguien muy cercano a nosotras.

-Solo dime quien es.

-Liam.

-No me sorprende en absoluto.

- ¿Por qué? Si nunca hemos mencionado nada.

-Creo que las miradas que te lanza no son nada discretas.

-Mierda.

-Amor a la vista, bueno Lore te dejo estoy muy cansada.

-Bueno bebita que duermas y sueñes con tu Ryan – como siempre me colgó el teléfono al instante.

-Malditaaa.

Con todo el esfuerzo del mundo me quedé dormida.

Al día siguiente me levanté con el mejor ánimo del mundo, no permitiría que nada lo arruinara. Al bajar las escaleras mi hermano me estaba esperando para irnos a la Universidad.

-Adiós papás.

-Hija ¿no vas a desayunar?

-No tengo hambre mamá

-Está bien, come algo. Que les vaya bien.

Al momento de entrar al auto de mi hermano ya tenía la música puesta a todo volumen, apenas arrancó el auto nos pusimos a cantar al uníso. Estos eran los momentos que tanto adoraba con mi hermano, donde teníamos toda la confianza del mundo y pasábamos relajados.

Llegamos a la universidad y estacionó en el espacio que prácticamente estaba reservado para él.

-Bueno mocosita te dejo – Y se fue dejándome un beso en mi cabeza. Amaba que hiciera eso, me sentía protegida por él. Era el mejor hermano del mundo, a pesar de ser fastidioso la mayor parte del tiempo.

Justo entrando en mi facultad me encontré con Ethan y María sentados hablando muy animadamente. Creo que esto ya se prendió en ambos.

A volear flechazos a estos chicos. Apenas Ethan me vio le mostré ambos pulgares haciéndole saber que iba por buen camino. Solo sonrió y siguió hablando con María.

Lee Mi AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora