Capitulo 2

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Sam

Declaro que este ha sido uno de los peores días de mi vida, ¿qué más viene? Que venga un camión y pase por encima mío. Si, solo eso falta para que la mala suerte gane un trofeo a mi costa.

Después de chocarme con ese tal Ryan, estuve distraída toda la tarde. Cuando me encontré con Lore para ir a su casa, obvio se dio cuenta de lo distraída que estaba. Llegando a su casa, me metí de bruces a un charco ensuciando todos mis zapatos. Y eso no es todo, se me callo mi mochila en el charco, casi arruinando mis cuadernos

Estando ya en el cuarto de Lore, le conté todo, antes de que me hiciera todo un interrogatorio como solía hacerlo. Pues me conocía y sabía perfectamente que no había estado distraída por nada

-Saliendo del campus, me choque de cara con un tal Ryan, debo resaltar que su pecho estaba trabajado y muy duro, su rostro era tan perfilado, sus ojos negros que te dejan muda, ese pelo tan suave, las pestañas eran de otro mundo. Estoy divagando, el punto es que ese es el motivo por el cual estaba distraída – le solté rápidamente, viendo su cara de confusión.

La entendía perfectamente, yo nunca le hablaba tan detalladamente de alguien. Nunca había puesto esa cara de estúpida hablando de alguien. Ella siempre me decía que parecía un hielo andante, pues nunca expresaba mis sentimientos.

Alejaba a la mayor parte de los chicos que querían algo conmigo, me daba mucho miedo que al dejar que alguien entrara en mi vida, saliera herida. Era algo que evitaba a toda costa.

- ¿Por qué presiento que sentiste algo y te lo estas negando a ti misma? – me preguntó Lore con una pizca de burla en su voz.

-Deja de decir estupideces, no sentí nada y no lo haré durante mucho tiempo.

-Pues es curiosa la forma en como hablas de él, tiene que ser todo un galán para que te comportes así

-No puedo negar que tiene muy buenos atributos, pero nada comparado con mi amor de Zac Efron o de Ian Somerhalder – puse cara de idiota recordando lo bueno que esta Zac Efron, todo un adonis y la escultura de Ian el de The Vampire Diaries

-Volviste a las nubes de Zac y al infierno de Ian – se burló ella, viendo mi cara de estúpida

-Bueno dejemos el tema, nunca veré a Zac ni a Ian. Y espero no volver a ver nunca al tal Ryan.

- ¿Cómo puedes decir eso? Si te dejo chorreando baba – ya se estaba pasando con su burla

-PARA! No me interesa en absoluto – traté de creerme eso a mí misma – o ¿Quieres que recordemos la baba que botas por Tyler? – la empecé a molestar, al recordarle a Tyler.

Tyler era un amigo de Lore que se llevaban demasiado bien, solo que Lore lo veía de una forma única, siempre ponía cara de estúpida cuando hablaba de él, era como su amor frustrado.

-No me jodas – respondió de mala manera, haciéndome reír mucho mas.

-Solo pon películas o series, lo que sea, se nos acaba el tiempo, no puedo llegar tarde a mi casa, ya sabes cómo se pone mi mamá – le dije olvidando el tema de Tyler

Mi madre era una de las personas más estresantes que he conocido en mi vida y se preocupa demasiado, aunque en algunas ocasiones se relaja y deja divertirme, pero son contadas esas veces, casi nulas.

Al contrario, mi padre era muy generoso a la hora de darme permisos, le gustaba que saliera con mis amigos, principalmente con Lore. Ella tenía todo el cariño de mis padres, parecía otra más de la familia.

Lore y yo habíamos comprado dos bolsas llenas de comida chatarra, amábamos comer. Nuestra ventaja era que, por mucho que comiéramos no engordábamos nada. Era nuestro poder para devorar toda la comida chatarra

Como les dije nos gustaba mucho comer y a mitad del capítulo de The Vampire Diaries habíamos acabado con casi toda la comida. Solo nos quedaba una gran bolsa de papas, que no se demoró en desaparecer.

Después de cuatro capítulos tuve que despedirme de Lore e irme a mi casa, ya se estaba anocheciendo.

De camino a casa, estuve pensando en Ryan, en ese chico que nunca había visto en el campus. Aunque lo entendía, pues el campus era tan grande que no conocía ni el cuarto de personas que formaban parte de ella. Aunque había algo en el que se me hacia familiar, pero no sabía el que.

Llegando a mi casa, me encontré con mi fastidioso hermano Dylan. De seguro viene de la casa de Liam.

Mi hermano era alto y no puedo negar que es guapo, con cabello super negro e incluso un poco de barba que lo hacía ver mayor, a él le encantaba dejarse un poquito, tenía muy buen físico, aunque no tanto como Ryan.

Para Sam, deja de pensar en ese estúpido.

Mis neuronas me regañaron por lo ridícula que estaba siendo.

-Tu mocosita, ¿Por qué llegas tan tarde? – me preguntó mi hermano, con ese maldito apodo.

-Estaba donde Lore, en noche de chicas. Además, ¿Por qué tanta curiosidad bichito? – lo sé, mi apodo no era muy original pero siempre lo había llamado así, desde que éramos niños.

-Acaso no puedo saber dónde estaba la mocosita de mi hermana – me dijo burlándose de mí.

-Púdrete bicho – le respondí riéndome

Entramos a la casa y cada uno se fue para su cuarto. Ya que nuestros padres ya deben estar dormidos. Pues ambos trabajaban en una de las empresas más reconocidas, y ambos eran dueños de la empresa. La casa casi siempre mantenía sola. Eso nos encantaba a mi hermano y a mí.

Nuestra casa no era muy grande ni muy pequeña, en el primer piso había una gran sala muy acogedora, la cocina, el cuarto de mis padres que era inmenso. Por último, arriba estaba el cuarto de mi hermano y el mío. En ese mismo piso mi hermano y yo habíamos arreglado un cuarto para ver películas y sus videojuegos.

Mi cuarto quedaba justo al frente del patio, era lo mejor, no escuchabas todo el ruido de la calle.

Dejé todas mis cosas en la cama y me di una ducha rápida para ir a dormir.

Creo que esta noche se iba a hacer larga si no me sacaba de la cabeza a ese maldito Ryan de una vez por todas.

Y así me dormí, intentando convencerme de que jamás volvería a ver esos ojos. Sin saber que esos mismos ojos se convertirían en mi perdición.

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