Capitulo 13

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Sam

- ¿Qué mierda te pasa? le dije llena de rabia.

- ¿Quién es ese chico con el que te vi hoy?

- ¿Ahora piensas espiarme?

- ¿Es tu novio? – me preguntó ignorando totalmente mi pregunta

-Eso te debe de importar una mierda, así que déjame – tenía toda la intención de salir de ahí, no aguantaba tenerlo cerca.

-Responde – me exigió totalmente serio, e impidiendo que saliera.

-No, es mi amigo, contento.

- ¿Por qué siempre te está dando besos? – era cosa mía o ¿me estaba interrogando?

-Eso a ti no te importa, no le debo explicaciones a nadie, mucho menos a ti – me estaba enfureciendo con esa actitud de mierda que tenía.

- ¿Y si hago que me las des? – tenía una mirada de malicia.

-Según tú, ¿Cómo harás para que te dé explicaciones?

De un solo movimiento me agarró de la cintura y me empujó contra la pared. ¿acaso se le estaba haciendo costumbre?

Lo tenía mucho más cerca que esta mañana, y yo estaba el doble de nerviosa que esta mañana. ¿A dónde mierda se había ido mi enojo y valentía?

Podía sentir los latidos de su corazón, y su respiración chocar con mi cuello, podía sentir su olor tan abrumador que me estaba volviendo loca.

Se quedó mirándome fijamente observando cada detalle de mi rostro. Puso su mano detrás de mi cuello y empezó a hacerme caricias, provocando que todo mi cuerpo se tensionara.

Vi cómo se empezó a acercar mucho más, entre en pánico al instante, sabía que me iba a besar, el problema es que yo no tenía mucha experiencia al hacerlo.

Pues el hecho de que siempre había alejado a todo el que quería algo conmigo había provocado que no tuviera experiencia en eso. Solo había dado unos cuantos besos, pero solo roces nada más.

- ¿Qué estás haciendo? – maldita sea, me había salido la voz temblorosa.

-Voy a besarte – me entró pánico y gire mi rostro, pero el me cogió la mandíbula y me obligo a mirarlo nuevamente.

- ¿Qué pasa? Yo sé que quieres – me dijo él muy arrogante.

-No tengo mucha experiencia es eso – le dije totalmente avergonzada.

Ryan me miro totalmente sorprendido y también me pareció ver una pizca de adoración en sus ojos.

-Tienes 18 ¿Cierto? – me preguntó aun sorprendido, solo pude asentir porque no podía hablar – eres tan adorable – dijo, mirándome de una forma que no pude descifrar.

-Yo seré tu profesor, confía en mi – me dijo acariciando mi mejilla y acercando sus labios a los míos.

Primero los rozo lentamente, sentí como mi cuerpo se estremecía al tocar sus labios tan suaves. Cuando empezó a besarme se me olvido todo a mi alrededor, no tuve miedo de si lo haría mal, solo le seguí la corriente. Era obvio que él tenía mucha experiencia y por eso me hizo sentir en las nubes.

Pero la sensación de estarlo besando era única, me sentía en el mejor lugar. Esa sensación en mi corazón al tocar sus labios fue una explosión de emoción que envió a todo mi cuerpo, haciéndome erizar.

Nos separamos por falta de aire, Ryan apoyo su frente en la mía.

-Tus labios son únicos – me dijo antes de volver a besarme mucho más intenso, me estaba abrazando fuertemente, tocándome suavemente la espalda.

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