Capítulo 1

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Hades

—Bien chicos, fue suficiente tomen asiento—pide la maestra en un intento de callar a los demás.

Joder, hacen tanto ruido y definitivamente no estoy de humor, quiero cortarles las malditas lenguas y colgarlas en el pizarrón.

Sonrio ante ese pensamiento pero viendo lo estresado que estoy solo me dedico a mirar por la ventana las gotas de lluvia que caen.

—Les quiero presentar a su nueva compañera—prosigue la maestra y yo continuo sin prestar atención—Ella es Velika Strossners.

—Velika... Vaya, es un nombre interesante—susurro para mí mismo sin voltear a ver a la nueva.

Pasan unos segundos y de repente caígo en cuenta de que el salón de clases está en total silencio, todos se han callado.

¡¿Pero... cómo carajos?!

Frunzo el ceño dispuesto a averiguar cual fue el milagro que provocó que cerraran la boca así que decido levantar la cabeza lentamente hacia el pizarrón, viendo así, a la chica que supongo es la tal Velika.

Joder...

—Bien, ya veo porque todos tienen cara de que vieron a un fantasma—susurro para mi mismo y silvo por lo bajo viendo a la nueva.

Es alta como 1.75, su cabello es... ¿Gris?, sí efectivamente es gris platinado muy brillante y largo, su piel es muy blanca y se ve suave, tiene facciones delicadas, puedo notar el rubor natural de sus mejillas por su blanca piel, tiene en unos labios hermosos, carnosos y rojos, puedo notar que no trae brillo labial ese es su color natural y su cuerpo joder... esa falda sí que está corta, esa corbata poco ajustada la complementa y en definitiva el uniforme le queda jodidamente bien.

—Acaba de llegar de Rusia— prosigue la maestra y arqueo la ceja en sorpresa—Así que espero que la hagan sentir bienvenida—dice dándonos una mirada de advertencia— Puedes tomar asiento Velika.

La chica no le dirige la palabra a la maestra, ni siquiera una mirada agradecida. Avanza entre las filas y se sienta en la fila a mi derecha y unos cuantos asientos más atrás.

La clase sigue y a medida que pasa yo me voy aburriendo más y más así que decido recostarme contra la ventana y cerrar mis ojos.

De repente un sentimiento incomodo me invade, me siento observado y eso aumenta mi mal humor.

Estoy acostumbrado a ese sentimiento por que he de admitir que soy bastante atractivo y algunas chicas no pueden evitar escanearme pero esto no se siente ni de cerca como aquello, me siento muy incomodo, quien sea que me esté observando tiene una energía tremendamente pesada.

Pasan algunos segundos más y ya no lo soporto.

Empiezo a buscar al acosador mirando por el salón en todas direcciones

Estoy por rendirme diciéndome a mí mismo que estoy paranoico, cuando en mí último intento por encontrar al acosador volteo la cabeza ligeramente hacia atrás y de inmediato me quedo sin aliento.

Me topo con unos ojos de un color muy extraño, entre gris y azul pero inusualmente claros, son como...

Como el color de su cabello.

La chica nueva tiene sus raros ojos clavados en mí, y odio admitir esto pero sí que intimida.

De momento siento un feo escalofrio y ni siquiera me está mirando mal, a decir verdad no tiene expresión alguna en su cara pero esa mirada joder, esa mirada la conozco y es una que grita problemas, toda ella grita problemas y hoy en definitiva no quiero problemas.

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