Capítulo 13

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Llegamos al aeropuerto justo a tiempo.

Estabamos a punto de abordar y solo hasta ese momento me dí cuenta de que era un avión privado, uno muy lujoso.

Por otro lado todo el camino hasta el aeropuerto fue más que incomodo, Velika no se quitó en ningún momento sus lentes de sol oscuros y por supuesto no me dirigió la palabra. Yo por otro lado no quise ni respirar su mismo aire, la tensión se podía cortar con un cuchillo y solo me pude compadecer del pobre Akram al cual se le veía más que incomodo en ese auto.

Al montarnos en el avión Velika se dirigió a los asientos de atrás sin decir ni una palabra y se sentó sola, recostado su cabeza en el cabezero de su asiento; se le veía agotada. Ahora que sabía que tenía unos supuestos demonios de guardaespaldas ya no podía verla con los mismos ojos. No me gustaba para nada esa chica no era buena, yo lo sabía desde que la ví en el instituto cautivanto a todos con su belleza extremadamente peligrosa y exitante, esas dos cosas no son buena convinacion.

Me senté en un asiento en el medio y Akram en frente de mí. El avión despegó y todo seguía en silencio total, de reojo ví que Velika se había quedando profundamente dormida y no pude evitar escudriñarla. Aunque los lentes tapaban parte de su rostro no pude evitar pensar que así parecía un ángel, si tan solo permaneciera dormida siempre...

-—Sé lo que estás pensando-Akram interrumpió mis pensamientos. Me giré a verlo un poco asustado, se me olvidaba que estaba aquí.

Demoré unos segundos en responder. —Qué estoy pensando?—-pregunté incrédulamente.


-—Lo mismo que todos piensan después de conocerla--me quedé callado, sopesando lo que acababa de decirme y así nos quedamos unos segundos--No deberías mirarla tanto si no sabes controlar tus poderes aún.

--Si los controlara igual querría matarla-respondí serenamente.

--No querrás pelear con Vel, creeme. Decidí no responder a eso, al parecer es un caso perdido ¿acaso qué es lo que puede hacer una niña prepotente como ella? ¿Hasta dónde podría llegar una batalla si supiera controlar mis poderes?

--¿Por qué le tienen miedo?

Akram tardó más de lo que me hubiera gustado en responder, sospeché que estaba sopesando cada cosa que me diría a continuación.

--La palabra adecuada sería... --lo piensa un poco--Respeto.

--¿Debo ser un maldito para qué me respeten en este mundo?--arqueé una ceja.

Akram suelta una risita.

--No exactamente--ladea la cabeza--Verás, Velika es... ¿Cómo decirlo?... ¿especial?

--Lo único que tiene de especial es su sangre negra y el sabor de ella, es exquisito. No es normal--respondí recordando aquel momento en el que me dió a probar su deliciosa sangre.

Akram abrió sus ojos de más y me miro sorprendido.

--¿Te dejó... probarla?--preguntó en voz casí inaudible.

--Lo hizo--lo miré extrañado--¿Por qué te sorprende? Está loca.

--No lo entiendes--respondió enseguida--La sangre de Angel sana heridas, da poder pero es adictiva y...

--¿Qué haz dicho?--lo interrumpí y me miro sin entender--Repite lo que dijiste.

Me miró extrañado.

--Que la sangre de Angel sana herí...

--¿De qué mierda hablas?--interrumpí subiendo un poco más la voz--¿Cómo qué Angel? ¿Cuál Angel?

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