Pasaron dos días desde mi intenso encuentro con Velika, en esos dos días no fui a la escuela pues hubiera sido una estupides teniendo en cuenta que no podía coger ni una estupida pluma para escribir, cortesía de la insoportable de Velika. Tenía las manos vendadas y fue toda una osadía hacerle creer a mi madre que me había cortado yo mismo cuando me tropecé y caí directo en los vidrios por lo que tuve que poner ambas manos al frente en lugar de mi cara. Además de un gran regaño por meter a Dae a media noche y sin permiso de sus padres.Estaba muy tranquilo en mi laptop cuando el timbre sonó, tuve que ir a abrir ya que estaba solo así que baje las escaleras corriendo, no sabía quien podía ser a esa hora.
Abrí la puerta con difícultad por las vendas y me encontré con una bonita pelirroja que me sonreía de manera tierna y algo tímida.
—Hola—saludó Enid—Lamento no haberte avisado que vendría pero es que no tengo tu número y realmente no quise pedírselo a Velika, espero que no te incomode.
—Claro que no me incomoda Enid—dije amable—eres mi maestra, puedes venir cuando lo creas necesario y de hecho estaba bastante aburrido.
Me hice a un lado dándole entrada y ella dio pasos tímidos hasta posicionarse en mitad de la sala, yo la seguí.
—Lamento no haber venido antes pero he tenido que cumplir mis cuotas y es algo agotador—dijo frustrada—pero tendré que esforzarme más y venir todos los días, estamos perdiendo mucho tiempo y pronto será Hallowen.
—Está bien—acepté—en verdad quiero salir de esto lo más pronto posible, quiero aprender todo lo necesario.
Y era cierto, lo que más quería era convertirme en el mejor solo para humillar a la insoportable Velika, juré que lo haría.
—Me gusta mucho tu actitud—dijo Enid sonriendo y por un segundo desvió sus ojos hacia mis costados en donde reposaban mis vendas—¿puedo preguntar qué te pasó?
Di un suspiro cansado recordando los acontecimientos de hace dos días.
—Un inconveniente con tu insoportable hermana.
Abrió los ojos ligeramente de manera asustada y se acercó a mi en automático, tomando mis manos con delicadeza
—¿Qué te hizo?—dijo como tratando de mirar dentro de mis vendas
—No mucho, solo son unas pequeñas cortadas—dije quitándole importancia—descuida, no es nada.
Aparté mis manos con delicadeza. No me sorprendió su manera de reaccionar, sabía que era una chica muy buena y que se preocupaba por las personas o al menos eso es lo que parece.
—Lo siento es que en verdad me asusta que ella te pueda lastimar, no es alguien que tenga mucha paciencia
—Y que lo digas—rodé los ojos—pero estaré bien.—le sonreí—¿Te parece si subimos ya?
—Sí, vamos.
Nos dirigimos al tecer piso hacia mi gimnasio y nos acomodamos en las mismas colchonetas de la vez anterior, ya había decidido que ese sería nuestro lugar de entrenamiento.
—Bien, hoy tenemos que avanzar bastante así que no me iré de aquí hasta que descubramos cuáles son todos y cada uno de tus poderes.
—¡Genial! en verdad quiero saber que más puedo hacer.
Pensé en todas las formas diferentes en las que podría matar.
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Velika
Science Fiction¿Qué pasaría si tus padres te entrenaran desde que naces con el fin de convertirte en la perdición de la humanidad? Un grupo de adolescentes nació con ese propósito, sólo sobrevivirán si arrastran almas al infierno, pero claro está que eso no es un...