"Esto es ridículo" Derek quitó las orejas de lobo de su cabello azabache y movió su mano sobre las hebras para acomodarlo de nuevo.
"Dijimos que era un disfraz, Derek, así que ponte las malditas orejas y el hociquito de lobo o me niego a ponerme la maldita falda roja de Caperucita"
"Eres imposible" Se quejó Hale volviendo a ponerse la caracterización. Se cruzó de brazos. "¿Ya estás listo o qué?"
"No, tengo que checar..."
"Es para hoy, Stiles"
"Sí no me quieres esperar entonces vete tú solito a pedir dulces" La noche de Halloween era importante, debía ser planeada con anterioridad, hacer una lista de las casa que daban buenos dulces, las que no daban, las que te dejaban tomar los dulces que quisieras; trazar un camino que seguir para primero ir por las casas de los dulces buenos, ni siquiera perder tiempo en las que no entregaban nada y dejar al último las que daban dulces horribles. Era una estrategia y Stiles era muy bueno con esas cosas.
"Bien... Le diré a Issac sí quiere ir a pedir dulces conmigo, se disfrazó de Cordero y yo estoy de lobo así que..." ¿Habéis visto como la chica del exorcista voltea la cabeza? Bueno, Stiles hizo justo eso al escuchar lo que dijo Derek; él lobo ni siquiera se dió cuenta de ello puesto que iba en dirección a la puerta.
"Bien! Ve con la perra de Issac"
"es un cordero" corrigió Derek logrando hacer enojar más a Stiles, el de lunares infló las mejillas.
"Iré con las chicas entonces"
"Diviértete con Malia y Lydia" Murmuró el lobo tomando su chaqueta. El castaño sabía que ellas eran pésimas pidiendo dulces por que la primera era una aguafiestas y la segunda era demasiado... Lydia para caminar por el pueblo en tacones altos y un traje de hada.
"Nooooo Der..." El puchero de Stiles se formó, se colocó frente a Derek antes de que se fuera. "Quédate conmigo por favor"
El lobo bufó y le miró directamente a los ojos. "Tienes diez minutos para estar listo, sino lo estás, me iré con Issac a pedir dulces"
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Sterek Things
Humor"Basta" murmuró el alfa rodando por tercera vez los ojos. "Peroperopero peroooooo" la vocecita -que obviamente usaba para convencer a su novio- sonó en toda la casa. Era increíble lo desesperante que podía llegar a ser el menor sólo para obtene...