"Ese es bonito"
Debido a los antecedentes de sueño del menor, el lobo había irrumpido por la mañana en su hogar para convencer al sherif stilinski de secuestrar al menor por un momento y con la promesa -más a fuerzas que nada-. De qué sólo irían al lugar que Derek decía; entonces podía ir Stiles...
Ahí estaban, ya habían recorrido la mitad de las tiendas sin encontrar el indicado. Mieczyslaw hizo un puchero cuando Derek señaló otro y no fue convencido.
"No me gusta.
Derek, esto no es necesario""Es necesario. Si vuelvo a irme y olvidó lo de tu almohada definitivamente voy a lamentarme; no se han quitado del todo las ojeras bajo tus ojos" Los labios del moreno se presionan en la frente del menor.
Cuando llegan al loft, Stiles abraza a su nuevo compañero y se lo entrega a Derek para que esté le impregne su olor; y así, Stiles pueda pensar que es su novio el que está con él. Cursi, pero eso quiere.
Los labios del menor se pasean por la mandíbula del lobo, su barba de varios días pica pero se sienten cosquillitas de cierta forma.
La delicada mano del jóven se arrastra bajo la playera del alfa tocando los abdominales de este. Se acomoda sobre el regazo del Hale sin importarle cuando las grandes manos del mayor toman su trasero; sus labios se unen en un beso suave, lento, tierno y amoroso.
Un jadeo se el escapa a Stiles cuando el mayor presiona la pelvis contra el trasero del menor.
"¡Alto! ¡Derek!" El lobo se aparta mirando al menor alarmado pensando que algo va mal.
Stiles se levanta corriendo para cargar al oso gigante que le ha comprado Derek para cuando él no esté, lo coloca de espaldas al sofá donde se encontraban hace un rato besándose.
"El señor Abrazos no puede ver esto" murmura Stiles sonrojado cuando vuelve al regazo de Derek. El lobo sonríe antes de besar su frente.
"Con que señor Abrazos"
"Shhh nadie puede saber de él, sólo tú y yo" Stiles susurra tomando sus mejillas antes de volver a los besos.
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Sterek Things
Humor"Basta" murmuró el alfa rodando por tercera vez los ojos. "Peroperopero peroooooo" la vocecita -que obviamente usaba para convencer a su novio- sonó en toda la casa. Era increíble lo desesperante que podía llegar a ser el menor sólo para obtene...