Los blancos dientes de Stiles son lo que Derek puede ver a unos cuantos metros, su esposo estaba parado un poco atrás, aplaudiendo y mirándolo con esa sonrisa que claramente denotaba lo orgulloso que estaba de él.
Había ganado.
Después de una larga campaña en la que sus oponentes habían peleado con uñas y dientes (no tan literalmente), por el puesto que ahora tenía Hale. Había ganado.
Múltiples pasos había dado para lograr llegar ahí, justo frente al pueblo de Beaconhills, para dar su discurso, porque si, ahora resultaba ser Derek Hale, uno de los cinco supervisores de distrito, encargado tanto de Beaconhills como de Riverside.
Sus hijos, estaban parados junto a su esposo, con los dientes de conejos blancos y brillantes expuestos, el único faltante era su hijo mayor, Chris, pero sabía que el muchacho en realidad también tenía sus propias responsabilidades.
Media hora pasa, para que Derek esté con su familia en la camioneta negra, esa que le han proporcionado para trasladarse, aunque él aún sigue queriendo su Camaro, ahora debe ir en esta camioneta con el emblema del gobierno.
"Esto se siente tan extraño" Murmura Stiles, un poco perdido en sus pensamientos.
"¿Por qué?"
Derek mantiene sus manos sobre el volante, observando la carretera rumbo a casa, aunque era Lunes, sus hijos no habían ido a clases para acompañarle a ese importante discurso y Stiles también había pospuesto sus actividades.
"Todo el mundo tomandote fotos, a mi... A los niños" su voz no suena muy contenta, Derek sabe que a veces Stilinski puede ser un poco sobreprotector.
"Lo sé, pero sólo serán cuatro años y después podremos seguir como normalmente" Derek toma la mano que se encuentra en el regazo de Stiles, le mira un momento con una sonrisa, esa que el hombre de lunares entiende como -Estaremos bien-
Los chicos bajan rápido de la camioneta, la menor de los Hale decide ir al bosque a recoger esas flores que le gustan para aprovechar el rato, Stiles y Derek entran a casa para preparar la cena, porque Derek puede ser uno de los supervisores (que funcionan como presidentes de ciertas localidades) pero, aún le gusta ver a su esposo cocinar y ayudarle a preparar la cena.
El silencio en casa es perfecto, Stiles está picando algunos vegetales cerca del lavaplatos, Derek coloca un poco de música para poner ambiente, para su suerte, en el reproductor se reproduce Thinking Out Loud, entonces su mente viaja recordando esos días en los que su vida con Stiles era simple, sólo ellos dos, como ahora.
Se acerca al de lunares, llevando sus manos a la cintura de este y poco a poco abrazándolo por detrás.
"¿Qué diablos haces?" Stiles parece confundido.
"Bailar contigo"
Los ojos miel de Stiles observan esos verdes orbes de su pareja. "Hoy estás muy raro"
"Quizá se viene mi celo o algo así" Bromea Derek en el oído del menor; Stiles sigue con el cuchillo entre las manos, pero no duda en voltearse para quedar frente al lobo.
Se para un poco de puntillas para abrazar su cuello y dejar un casto y dulce beso en los labios del contrario, Derek no duda en responder, ni siquiera un poquito, lo que hace reír a Stiles.
Sus labios se mueven al compás de la música, mientras los dedos de Derek presionan su cintura y se mueven igualmente al mismo ritmo, ¿Cómo habían pasado los años?
Sus hijos eran unos chicos, y la más pequeña una niña callada pero muy inteligente; ¿Eso era lo que Stiles había soñado? Definitivamente había tenido más de lo que pidió.
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Sterek Things
Humor"Basta" murmuró el alfa rodando por tercera vez los ojos. "Peroperopero peroooooo" la vocecita -que obviamente usaba para convencer a su novio- sonó en toda la casa. Era increíble lo desesperante que podía llegar a ser el menor sólo para obtene...