Sterek Things

Ruinas y despedida

Cuando Francisco llega al hogar de Cora, está le recibe con los nervios en la piel; el olor de la casa es sumamente intenso. Huele a bebé.

Cora mira desde detrás de la puerta al vampiro de risos rubios, está asustada de que venga por su hijo o a hablar sobre ellos cuando ella ya tiene una familia. "Francisco"

"Cora" Murmura el de ojos azules. "Puedo...?"

"No" Se adelanta ella, no podría dejar que él entrará a su hogar. Quizá el jamás fuera malo con ella pero aún así no podía exponer a su pequeño.

"Sé dónde está Stiles" apenas puede decir el vampiro. Es lo suficiente para que la muchacha abra la puerta un poco y abra el escudo que puso con cenizas de cerval.

Francisco mira con curiosidad la forma en la que ella se mueve. Cora no puede mantener alejado a su pequeño cuando esté comienza a llorar, tiene que ir por él para tranquilizarlo; algo que llama la atención de Francisco.

"Te sienta bien la maternidad" Admite con cierto dolor en la voz. Cora se siente abrumada por aquellas palabras.

"Francisco, lo siento pero te fuiste cuando más necesitaba de ti, cuando mi hermano estaba muriendo, cuando fuimos los culpables y la única persona que me ayudó a salir de todo eso fue Issac" Los ojos del hombre van al pequeño entre los brazos de su amada.

"Creí que te protegía estando lejos de ti" susurra, con la mirada perdida en aquellas mantas azules. "En tu otra vida también formaste una familia, no fue conmigo; pero fuimos felices en un principio, supongo" El corazón de Cora se estruja. "Y ahora se vuelve a repetir la historia. No estamos hechos el uno para el otro, ¿Verdad?"

El pequeño niño se remueve entre las mantas, Francisco presta atención a esos movimientos, Cora por otro lado, se limita a observar la forma en la que Francisco aprecia a su hijo. "Quieres....?" Los ojos azules del vampiro se encuentran con los de Cora.

"¿Puedo?" Lentamente, la Hale le pasa al vampiro ese pequeño bebé de risos Castaños y ojos azules; Francisco, qué tiene también rizos y ojos azules no puede evitar imaginar que ese niño pudo haber sido producto de ambos; desea imaginar que es así y de alguna forma siente que le debe al menor ayudar a que su familia esté unida.

Está en la forma en que el pequeñito le mira, que sabe, su misión quizá en esa vida siempre ha sido ser el protector de María, de Cora, de sus hijos, hasta ese momento. Se inclina, deja un beso sobre la frente del bebé y lo devuelve a los brazos de Cora. "Gracias, por dejarme cargarlo"

El silencio se hace un momento antes de que Samuel se quede dormido entre los brazos de su madre; Valois, toma la mano de Cora entre las suyas. "Después de que Niklaus se fuera, le he alcanzado y me ha hecho prometer por mi vida que no iba a ayudaros a vosotros, no a encontrar al humano y me ha dicho, por ser su hermano, dónde está"

El pulso se le acelera a Cora. "Francisco..."

"No me pasará nada. Stiles, el Omega del Alfa, ha estado todo este tiempo en los túneles del alcantarillado" Antes de agradecer siquiera, Cora ve salir al vampiro de ahí.